El gobierno salvadoreño que preside Salvador Sánchez Cerén condenó el paro del transporte público impuesto por las pandillas violentas, conocidas como maras, y aseguró que no cederá ante las presiones de grupos criminales, señaló hoy el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas.
El transporte público del país centroamericano se encuentra parcialmente paralizado por segundo día a raíz de un paro impuesto por las maras, que el lunes asesinaron a siete empleados del sector e hirieron a dos trabajadores y una policía en acciones directas.
"El objetivo de estos grupos criminales es doblegar a la población, conminar al gobierno para hacer un pacto. Quieren es un pacto con el gobierno, un pacto con la población", aclaró Chicas a dpa, asegurando que "cualquier diálogo con grupos criminales está totalmente rechazado".
La población usuaria del transporte colectivo, especialmente en la capital San Salvador, protestan en contra del paro. "Estamos siendo gravemente afectados porque no podemos llegar a nuestros trabajos y estamos también en peligro de perder nuestro trabajo porque no podemos faltar", cuenta un empleado de un comercio en el centro capitalino.
Las escuelas nacionales también se han visto afectadas con la ausencia de maestros y estudiantes. "Unos no vienen porque hay miedo; otros no tienen cómo llegar por el paro", aseveró una maestra de un centro escolar.
Tanto Chicas como el ministro de Obras Públicas (MOP), Gerson Martínez, calificaron de "terroristas" las acciones criminales de las pandillas o maras en contra del transporte colectivo y aseguraron que se "hará cumplir la ley".
"Eso es terrorismo indudablemente y con eso lo que se va a acentuar es el repudio de la población a estos grupos criminales", apuntó Chicas.
El gobierno ha desplegado un plan de contingencia para asegurar la movilidad y la seguridad de la población ante las amenazas a transportistas.
Pese a ello, la paralización afecta a más de 100 rutas que no ofrecen servicio de transporte público. En las calles y en las paradas de autobuses se nota redoblada la presencia de agentes armados.
La Dirección General de la policía ordenó suspender las licencias para permitir el despliegue de todo el cuerpo de seguridad para proteger a la población, apuntó el subdirector de la policía, Haword Cotto, en un programa de televisión.
"La policía y el ejército están cumpliendo su función y creo que la población, los sectores políticos, los sectores sociales, empresariales, estamos en la obligación de cerrar filas para fortalecer, para reconocer el rol de nuestra Policía y de nuestra Fuerza Armada", añadió Chicas.
El Salvador es uno de los países más violentos del mundo por sus altas tasas de homicidios que sobrepasan los 60 por cada 100.000 habitantes, según la ONU. La mayoría de los asesinatos son atribuidos oficialmente a las pandillas o maras.
Fuente: DPA