Las imágenes de niños muertos o agonizando tras lo que se sospecha fue un ataque con armas químicas en un suburbio de Damasco, la capital de Siria, han elevado la tensión e incrementado las posibilidades de una intervención militar extranjera.
En las capitales de las potencias de Occidente, el lenguaje sobre Siria adquirió una nueva dimensión. Las fuerzas de Estados Unidos están listas para lanzar una incursión contra Siria si el presidente Barack Obama da la orden, le dijo a la BBC el secretario de Defensa Chuck Hagel.
Y el secretario de Estado, John Kerry, también ha estado utilizando un nuevo y enérgico discurso: Una matanza indiscriminada de civiles con armas quimicas es una obscenidad moral, dijo el funcionario.
En Reino Unido se convocó al Parlamento para considerar las acciones a tomar. Rusia y China, por su parte, se oponen a cualquier acción millitar: Moscú la considera catastrófica para la región.
E insisten en que las fuerzas del gobierno sirio y de la oposición deben resolver solos sus disputas. Pero si se decide intervenir ¿en qué consistirá esta acción militar? y tras esa intervención, ¿qué pasará con Siria? En BBC Mundo le explicamos las voces en contra y a favor de dichas acciones.
INTERVENIR El principal argumento a favor, que están considerando tanto Washington como sus aliados, principalmente Londres y París, es que el uso de armas químicas, prohibidas por la ley internacional, es una acción completamente inaceptable y aberrante y que la comunidad internacional necesita responder.
No hacerlo, dicen algunos analistas, no sólo sentaría un precedente, sino que afectaría la credibilidad del gobierno del presidente Barack Obama, quien un año atrás advirtió a Siria de que usarlas sería cruzar una línea roja.
Tanto EE.UU. como sus aliados han subrayado que el objetivo de cualquier acción militar será una respuesta punitiva contra Siria por el uso de armas químicas y no se tratará de una campaña para retirar del poder a Bashar al Assad.
Durante una conferencia de prensa este martes, el portavoz del primer ministro británico David Cameron, indicó que la estrategia que se está estudiando está basada en disuadir sobre el uso de armas químicas.
Washington, mientras tanto, recientemente fortaleció su presencia naval en el Mediterráneo oriental y las autoridades militares de Estados Unidos y países aliados mantienen una reunión en Jordania.
INCURSIÓN LIMITADA Tal como explica Frank Gardner, corresponsal de asuntos de seguridad de la BBC, la más probable acción militar, si la hubiera, será una sola incursión con misiles de crucero lanzado desde el mar dirigidos a instalaciones militares sirias.
Se informa que los buques de guerra estadounidenses estacionados a cientos de kilómetros de distancia en el Mediterráneo oriental llevan a bordo unos 400 de esos misiles Tomahawk. Y un submarino de la Armada Real británica en la región también transporta misiles de crucero , afirma Garner.
Muchos se preguntan si una medida de esta magnitud necesita ser aprobada por Naciones Unidas. Rusia y China, que forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU, indicaron que una incursión sólo será justificada con un mandato de Naciones Unidas.
Pero el canciller británico William Hague le dijo a la BBC que es posible llevar a cabo una respuesta internacional militar por el uso de armas químicas sin el apoyo de la organización. Tanto Reino Unido como Francia advirtieron que es posible eximirse de dicho mandato cuando existe una intensa necesidad humanitaria.
POR LA DEMOCRACIA También se ha mencionado el argumento a favor de la democracia y el papel que por responsabilidad moral deben asumir las grandes potencias en los asuntos globales. En una columna en el periódico The Times, el ex primer ministro británico Tony Blair –quien fue uno de los principales promotores de la guerra contra Iraq que culminó en la caída del régimen de Sadam Hussein– escribe que si Occidente no interviene para apoyar la libertad y la democracia en Egipto y Siria, Medio Oriente se enfrentará a una catástrofe.
Blair indica que la larga controversia –que aún hoy sigue debatiéndose– sobre su decisión de invadir Iraq en 2003 no debe disuadir a los políticos para que tomen medidas para ayudar al pueblo sirio.
La situación humanitaria es otro argumento que se plantea a favor de una intervención. Más de 100.000 personas han muerto desde que comenzó la guerra civil siria hace más de dos años y hay más de 1,7 millones de refugiados.
NO INTERVENIR Rusia resumió con una frase el argumento en contra de una intervención militar en Siria: dicha acción, dijo Moscú, será catastrófica para toda la región.
Tal como señala Jim Muir, corresponsal de la BBC en Líbano, con el refuerzo de las posiciones militares de Estados Unidos en el Mediterráneo oriental y con Rusia que continúa defendiendo a Siria –su único y acérrimo aliado árabe– las nefastas predicciones que los analistas regionales hicieron desde hace meses, de que la situación puede rápidamente convertirse en la Tercera Guerra Mundial, parecen estar haciéndose cada vez más reales.
Es por eso que muchos, incluido el presidente Barack Obama, se mostraban firmemente renuentes a intervenir militarmente y esperaban que eventualmente se lograra una solución política a la crisis.
PUNTO DE INFLEXIÓN Y aunque el presunto uso de armas químicas parece haber marcado un punto de inflexión, muchos continúan oponiéndose a cualquier intervención foránea en el conflicto.
El portavoz del canciller ruso Alexander Lukashevich pidió a la comunidad internacional mostrar prudencia en la crisis y respetar la ley internacional.
Cualquier intento de no obedecer un mandato del Consejo de Seguridad y, una vez más, de crear excusas artificiales y sin base para intervenir militarmente en la región conllevan un nuevo sufrimiento en Siria y consecuencias catastróficas para otros países en Medio Oriente y el norte de África, señaló.
Reino Unido declaró, sin embargo, que no se necesita un mandato de la ONU para intervenir militarmente en respuesta al uso de armas químicas.
UN NUEVO IRAQ Mientras Washington considera las opciones, se dice que una intervención de Occidente podría rápidamente convertir a Siria en otro Iraq. Y que además, una incursión limitada, como la que se cree podría planear Washington y sus aliados, no hará nada para disuadir un nuevo ataque con armas químicas.
Tal como indica a la BBC Andrew Tebler, especialista en Siria e investigador del Programa de Política Árabe de The Washington Institute, un centro de análisis para la promoción de la política exterior estadounidense en Medio Oriente, en efecto, la idea de una incursión militar es evitar la repetición de un ataque de armas químicas.
Hasta ahora el lenguaje diplomático no ha funcionado. Pero lo más probable es que un ataque contra Siria, en lugar de disuadir a Assad, provoque una escalada en el conflicto, agrega.
Hasta ahora, el pueblo estadounidense, que todavía sigue considerando el peso de las intervenciones en Afganistán e Iraq, se ha opuesto a una nueva intervención. Y si Obama logra convencer al Congreso de tomar esa acción, lo más probable es que sólo se le autorice un ataque limitado.
Pero según, Andrew Tebler, incluso una incursión limitada tendrá consecuencias que será imposible detener.
Si una respuesta militar limitada no funciona y Siria vuelve a usar armas químicas, ¿qué pasa después? ¿otro ataque más sostenido de Occidente? ¿una guerra más amplia, con más participantes, en la región?, dice Tebeler.
La pregunta que debe plantearse es ¿cómo tener un impacto en Assad y sus bienes para que no vuelva a repetir lo ocurrido? Porque cualquiera que sea el tipo de intervención militar, es indudable que mucha más gente va a morir en Siria.
GUERRA REGIONAL También está Israel. Cualquier acción militar de Occidente inmediatamente involucraría a Israel –dice Jim Miur–, cuyas incursiones aéreas contra Siria este año fueron calificadas por el régimen sirio como evidencia de que sus problemas internos eran resultado de un complot de Occidente, el sionismo y el salafismo para destruir una fortaleza de resistencia contra Israel.
Finalmente, las voces que se oponen a una intervención también subrayan que lo que Washington encontrará en Siria será una defensa mucho más fuerte que vencer que lo que ha encontrado en otros países.
Después de dos años de conflicto, las fuerzas de Assad continúan mucho mejor armadas y organizadas que las fuerzas rebeldes. Y esto debido a que Rusia e Irán continúan abasteciendo de armas y equipo militar a Siria.
La milicia estadounidense ha advertido consistentemente que Siria no es Libia, dice Mark Mardell, corresponsal de la BBC en Washington.
Siria tiene sofisticadas defensas aéreas y para vencerlas se requerirá un enorme esfuerzo y compromiso. Por eso es poco probable que el presidente Obama tome cualquier acción sin obtener el máximo posible apoyo internacional, agrega.
Obama y sus aliados están en una encrucijada: el sentimiento de que algo tiene que hacerse para ayudar al pueblo sirio, y la realidad de que cualquier tipo de acción militar conllevará un enorme riesgo.
El presidente Obama también sabe que sus electores, o la mayoría de ellos, se oponen a otra aventura costosa e interminable en Medio Oriente, afirma Mark Mardell.