El Gobierno sirio advirtió hoy a Estados Unidos de que atacar su país no será un picnic para nadie bajo ninguna circunstancia, porque una agresión tendría graves repercusiones y sería una bola de fuego que haría arder todo Oriente Medio.
En extractos de una entrevista difundidos por la televisión estatal siria, el ministro de Información, Omran al Zubi, consideró que las presiones de Estados Unidos son una pérdida de tiempo, y señaló que el Gobierno sirio continuará su combate contra el terrorismo hasta el final.
De igual forma, el ministro reiteró la posición de su gobierno de que las tropas leales al presidente Bashar al Assad no han usado ni usarán armamento químico, como los acusa la oposición y los rebeldes.
Además, insistió en la acusación formulada por el Ejército sirio de que han sido los rebeldes quienes utilizaron agentes químicos en los enfrentamientos hoy en el suburbio damasceno de Yobar.
ACUSACIÓN DEL EJÉRCITO En un comunicado, una fuente militar aseguró que uniformados sirios “vieron elementos químicos y sufrieron asfixia” cuando entraban en refugios de los rebeldes en Yobar, en la periferia de Damasco.
“Unos 20 soldados fueron trasladados de urgencia al hospital tras haber inhalado agentes químicos en Yobar y algunos de ellos se encuentran en estado crítico”, señaló la fuente.
La acusación del régimen llega poco después de la llegada hoy a Damasco de la representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane, para intentar persuadir a las autoridades sirias de que permitan el acceso inmediato a la zona de un supuesto ataque con armas químicas en la periferia de la capital esta semana.