Recep Tayyip Erdogan ganó el domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Turquía, nación que ha gobernado durante 20 años. Se trata del líder más influyente del país euroasiático después de su fundador Mustafa Kemal Ataturk.
Erdogan, de 69 años, gobernará por cinco años más tras imponerse al candidato opositor Kemal Kilicdaroglu en las elecciones más reñidas que le ha tocado disputar en dos décadas.
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El presidente obtuvo el 52,18% de los votos, contra el 47,82% de Kilicdaroglu, según las cifras oficiales del Consejo Electoral Supremo de Turquía.
Tras conocerse los resultados, Erdogan agradeció a la nación por confiarle nuevamente la Presidencia. Decenas de miles de personas se congregaron ante el palacio presidencial de Ankara para escucharlo.
“No hay ningún problema que no podamos solucionar”, afirmó Erdogan.
Turquía enfrenta una vertiginosa inflación que ha elevado el costo de vida. Además, tiene el reto de reconstruir ciudades enteras tras el devastador terremoto que mató a más de 50.000 personas a inicios de febrero de este año.
“El único ganador hoy es Turquía”, dijo Erdogan. En su discruso del triunfo, prometió trabajar duro por el segundo siglo de Turquía, al que llamó el “siglo turco”. El país cumple este año su centenario, remarcó la agencia AP.
El liderazgo de Erdogan en el ámbito internacional
¿Pero cómo ganó Erdogan a pesar de la crisis económica y a las penurias de la población tras el devastador terremoto?
Las explicaciones de los analistas van por dos pilares de su gestión: Erdogan mantuvo el respaldo de los votantes conservadores que se mantienen fieles a él por elevar el perfil del islam en Turquía, que se fundó sobre principios seculares; y por aumentar la influencia del país en la política internacional. El papel de Turquía es relevante en crisis mundiales que van más allá de sus fronteras, como las de refugiados de conflictos como el sirio y, en mayor medida, la guerra entre Rusia y Ucrania.
Vamos con el segundo aspecto.
El politólogo Rasit Kaya le dijo a la agencia EFE que el papel de Erdogan en el ámbito internacional explica gran parte de su victoria del domingo.
”La clase baja, que sufre principalmente las dificultades económicas, compra su imagen de líder mundial. Creen que Erdogan llevó a Turquía a donde está ahora, como una de las grandes potencias del mundo, logrando la paz entre Rusia y Ucrania, no doblegándose ante Estados Unidos y Occidente, y construyendo una gran potencia militar con los avances en la industria de defensa”, dijo Rasit Kaya.
“No importa si es verdad o no, la gran cantidad de medios de comunicación progubernamentales les hicieron creer en esto”, agrega en referencia al control de la información que tiene el Gobierno, en un país donde la libertad de prensa y el número de medios independientes y críticos son cada vez menos.
Una prueba del liderazgo internacional de Erdogan son las felicitaciones que recibió ni bien se conocieron los resultados, que van desde los presidentes de Francia, Emmanuel Macron; de Estados Unidos, Joe Biden; el primer ministro británico, Rishi Sunak; hasta los mandatario de de Rusia, Vladimir Putin: y de Ucrania, Volodymyr Zelensky.
“Francia y Turquía tienen enormes retos que afrontar juntos. Retorno de la paz a Europa, futuro de nuestra Alianza Euroatlántica, Mar Mediterráneo. Con el presidente Erdogan, a quien felicito por su reelección, seguiremos avanzando”, dijo Macron.
Mientras que Putin calificó la “victoria” de Erdogan como “un resultado natural del trabajo desinteresado al frente de la República de Turquía, una prueba clara del apoyo del pueblo turco” a los esfuerzos de Erdogan “para fortalecer la soberanía del Estado y llevar a cabo una política exterior independiente”.
Por su parte, Zelensky dijo que aguardaba poder potenciar los lazos con Turquía. “Esperamos un mayor fortalecimiento de la asociación estratégica por el bien de nuestros países, así como el fortalecimiento de la cooperación para la seguridad y la estabilidad de Europa”.
En el contexto de la guerra en Ucrania, la cercanía de Erdogan con Putin ha irritado a Europa, a la OTAN y a Estados Unidos.
El hecho de que Turquía sea un país miembro de la OTAN no ha alejado a Erdogan de Putin. Es más, he hecho las veces de juez en la guerra que enfrenta a Rusia con Ucrania.
Por ejemplo, el presidente turco ayudó a negociar un acuerdo que abrió un corredor seguro para las exportaciones de cereales de Ucrania a través del Mar Negro. Y cuando Rusia decidió poner fin a ese acuerdo, Erdogan logró que Putin retrocediera.
Ha puesto sus condiciones para que Suecia y Finlandia se unan a la OTAN. Finalmente aprobó la adhesión del segundo país, mientras que en el caso del segundo mantiene su veto.
Hace una semana, CNN entrevistó a Erdogan y le preguntó sobre si realmente cree que Estados Unidos está tratando de derrocarlo, como lo afirmó el pasado 13 de mayo. El presidente turco evito responder, pero criticó al mandatario Joe Biden por verlo como un “dictador”.
“Cómo podría ser un dictador alguien que va a una segunda vuelta electoral en lugar de completar la elección en la primera ronda. Esa es una realidad. Tenemos una alianza con 322 diputados en el Parlamento y el líder de esta alianza va a ir a la segunda vuelta en la primera posición, ¿qué clase de dictador es ese?”, preguntó.
CNN también le preguntó si trabajará con el Gobierno de Biden. “Sin duda. Trabajaré con el señor Biden. Y si Biden se va también trabajaré con quien lo reemplace”, respondió.
Erdogan habló sobre la ayuda militar y financiera que Occidente le entrega a Ucrania.
Dijo que “Occidente no está liderando un enfoque muy equilibrado. Se necesita un enfoque equilibrado hacia un país como Rusia, que habría sido un enfoque mucho más afortunado. Por ejemplo, en la iniciativa del corredor de granos del Mar Negro no solo estamos considerando los intereses y las necesidades de los países occidentales, sino también los de las naciones africanas. Esta iniciativa del corredor de granos se ha extendido por otros dos meses a partir del 18 de mayo. ¿Cómo cree que fue posible? Fue posible gracias a nuestra relación especial con el presidente Putin”.
Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura
-¿Le sorprendió la victoria de Erdogan, teniendo en cuenta que esta fue su elección más difícil?
No ha sido sorprendente. Después de la primera vuelta ya se veía venir. Pero sí es preocupante. Lleva 20 años en el poder y es la primera vez que ha tenido que ir a una segunda vuelta, pero no ha sido suficiente para ser derrotado.
-¿Cómo se explica que Erdogan gobierne un país miembro de la OTAN y a la vez sea aliado de Putin en este contexto de la guerra, y que tenga la capacidad incluso de vetar el ingreso de Suecia en la Alianza Atlántica?
Nos esperan cinco años de más de lo mismo. Es una persona muy terca en sus posiciones, y que le gusta mucho mostrar su poder. Su poder está precisamente en esa cualidad de estar con todos y con nadie a la vez. Es decir, con todos de una manera y con nadie de manera decidida. Y le gusta mostrar mucho el músculo y hacer ver que él es el sucesor de un imperio, y que por lo tanto puede hacer temblar a otros imperios, como el de la Unión Europea, el de Estados Unidos o también el de Rusia, porque tampoco es que esté totalmente en favor de ese país. Él juega a la vieja lógica de los imperios y esto es bien turco. Por eso también tiene tantos votos. Además, controla a la prensa, es populista, pero ese tema del orgullo nacional es muy importante.
-¿En algún momento las potencias occidentales podrían presionarlo para que tome una posición y no esté con todos y con nadie a la vez?
Han intentado presionarlo, pero no les resulta. Con tema del ingreso de Suecia en la OTAN lo intentaron. Pero no tiene mucho sentido seguir negociando con este personaje y aceptando que de vez en cuando se plante y muestre el músculo para hacer ver que Turquía es una potencia. Eso le da votos internamente. Una actitud así le da votos también a Putin. Es la misma estrategia, lo que pasa es que en el caso turco no ha llevado a consecuencias tremendas.
-Entonces la OTAN hubiese visto con satisfacción la derrota de Erdogan, era una manera de sacárselo de encima y tener a Turquía más cerca de los aliados.
Sí, por supuesto. Pero él también hizo una serie de jugadas sucias. Él controla a la prensa y a una parte importante del Poder Judicial, que es quien impidió la candidatura del antagonista más fuerte que tenía, el alcalde de Estambul. Y en esta elección ha tenido enfrente a un personaje bastante gris que ha conseguido un 48%. O sea, la victoria ha sido apretada.
-¿Se esperan 5 años más de Erdogan con el mismo perfil protagónico en el ámbito internacional?
Sí. El único tema que puede acabar con su aura es el económico. La economía en Turquía está horrible, tienen un 44% de inflación. Otro problema es que el Banco Central no es totalmente independiente, entonces según los expertos han hecho una política monetaria equivocada, lo hicieron por motivos políticos. Erdogan ha tenido 20 años de crecimiento económico, la situación de muchas personas ha mejorado, pero si esto se sigue deteriorando, puede causar un cambio, porque 5 años son mucho tiempo. Y si él sigue interviniendo en la economía con medidas populistas, hay que ver qué consecuencias trae, porque la gente puede terminar cansándose.
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