Este fin de semana será diferente para el mundo. Estados Unidos ha emitido una alerta de tormenta geomagnética que podría causar más de una dificultad en nuestra vida diaria, y que no se presentaba desde hace 20 años.
La alerta llegó desde el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) estadounidense, en donde se señala que se han observado varias llamaradas solares fuertes en los últimos días causantes de perturbaciones del campo magnético de la Tierra que pueden durar desde horas hasta días.
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Estos fogonazos están asociados a cúmulos de manchas solares grandes que han llegado a tener 16 veces el diámetro de la Tierra (alrededor de 200 mil km). En este sentido, se han considerado como un evento inusual y la alerta fue declarada en nivel G4 (grave o severa).
“Tenemos por delante un acontecimiento muy, muy raro”, dijo Shawn Dahl, coordinador del SWPC, durante una conferencia de prensa. Según los datos recopilados, se puede saber que los vientos solares se mueven directamente hacia la Tierra a casi 800 kilómetros por segundo.
En el comunicado también se indica que la tormenta solar continuaría hasta este domingo 12, e incluso los primeros días de la semana entrante.
Dahl precisó que se han producido erupciones desde moderadas a muy fuertes, y “al menos cinco de esas erupciones estuvieron asociadas con eyecciones de masa de la corona solar que parecen dirigidas hacia la Tierra”.
¿Y qué es este raro fenómeno?
Una de las claves está en el número de manchas que se presenta en el Sol, un astro que está en constante actividad. Ray Hidalgo, docente de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, señala que “dependiendo de cuántas manchas solares se puedan ver, decimos que el Sol se encuentra más o menos activo”.
Según Hidalgo, estas manchas son estudiadas desde hace muchos siglos y se han vuelto un indicador, tal como lo han advertido las autoridades estadounidenses. “Posiblemente estamos entrando al máximo de actividad solar, es decir,este 2024 es un periodo de máxima actividad solar, lo que significa muchas más manchas solares, más regiones activas, ergo, más probabilidad de que acontezcan más cosas en el Sol”, le dice a El Comercio.
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Esto se traduce básicamente en tres fenómenos: la fulguración solar, la radiación de partículas y la eyección de masa coronal o CME. Este último fenómeno es causante de la actual alerta. A nivel del Sol es conocido como tormenta solar, pero ya en Tierra se conoce como tormenta geomagnética.
Precisa Hidalgo que esta CME está ocurriendo constantemente, pero la novedad es que ahora está dirigida a la Tierra. “No siempre van a estar dirigidas a nuestro planeta, pero esta en especial está dirigida a la Tierra, por eso es que los impactos van a ser mayores”, indica. Otra característica es que la CME toma más tiempo en desplazarse, pero transporta mayor cantidad de partículas solares.
Así es conocida la tormenta geomagnética de 1859. debido a que fue el astrónomo Richard Carrington el primero en observarla. Es considerada la tormenta solar más potente de la historia. Según National Geographic, la red de telégrafos se cayó durante 14 horas en toda Europa y en Estados Unidos. Además, se presentaron auroras boreales en diversas partes del mundo.
Frente a este fenómeno, explica el doctor en Ciencias y Aplicaciones Geoespaciales, la Tierra tiene dos capas protectoras. Una es la atmósfera y otra es la magnetósfera, o campo magnético, que está en el espacio y mitiga el impacto de las partículas.
“La CME es un viento solar, solo que concentrado con mayor volumen. Entonces, lo que pasa aquí es que este campo magnético ejerce una fuerza sobre las partículas [solares]: algunas se van hacia el norte, algunas se van hacia el sur y empiezan a girar como si fueran un embudo”, explica.
Este fenómeno produce las conocidas auroras, que solo se pueden ver en las latitudes altas. Países como el Perú no pueden presenciar estos fenómenos ya que se ubican a nivel de la línea ecuatorial.
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Efectos en la Tierra
Sí, la tormenta geomagnética afecta la Tierra. Según la alerta presentada por el SWPC, el último evento similar ocurrió durante la celebración de Halloween de octubre del 2003. Provocó cortes de energía en Suecia y daños en los transformadores de energía en Sudáfrica.
En las personas el efecto termina siendo indirecto. Marco Milla, director del Instituto de Radioastronomía de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), indica que este evento no significa que la gente se deba mantener en sus casas “ya que tenemos de forma natural algo que nos protege que está en las capas altas de la atmósfera”.
Sin embargo, sí pueden presentarse fallas en las redes de energía eléctrica, los sistemas de comunicación, en el Internet satelital o en el sistema de posicionamiento GPS, que permite movilizarnos en aviones, autos, o simplemente caminar usando un smartphone.
Milla apunta a El Comercio que el reto actual de los investigadores es tener la capacidad de pronosticar estos eventos “para tomar medidas que mitiguen los posibles efectos que estos fenómenos puedan tener y que cada vez más nos van a afectar en la medida que cada vez dependamos más de estas tecnologías”.
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¿PerúSAT-1 en riesgo?
El efecto directo de la tormenta geomagnética está fuera de la atmósfera.
Consultado por este Diario, Erick Meza, investigador del Observatorio Astronómico de Moquegua (adjunto a la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial - Conida), revela que la actual tormenta puede afectar a las misiones espaciales y los sistemas satelitales, entre ellos el satélite peruano PerúSAT-1.
“Sí, efectivamente, en esta categoría puede afectar las comunicaciones, las misiones espaciales, los satélites. Es por eso que todas las agencias espaciales están justamente monitoreando el Sol: qué está pasando, si su actividad está aumentando, todo eso. Como estamos en un nivel máximo, requiere toda la atención. Ahora tenemos muchos satélites que dependen de esto, entonces hay que tener monitoreado todo. Nosotros mismos tenemos nuestro satélite en el espacio”, remarca el especialista en referencia al PerúSAT-1. En este caso, precisó que el Centro Nacional de Operaciones de Imágenes Satelitales (CNOIS) es la institución que opera el satélite peruano y que se está al tanto para tomar las medidas adecuadas.
¿Y qué podría pasar?
Para el caso de las misiones espaciales, Ray Hidalgo indica que de no ponerse a resguardo los astronautas, “sería la misma consecuencia de estar expuesto, por ejemplo, a una explosión nuclear”. Para eso cuentan con una habitación especial que los protege. Y, para el caso de los satélites, señaló que “las precauciones que usualmente se toman suponen apagar el equipo para evitar sobrecargas y el deterioro del equipo, o se pone en un estado de mínima energía”.
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Aun así, la tormenta geomagnética es un fenómeno que se puede apreciar desde la Tierra, pero con mucho cuidado.
Para Erick Meza lo principal pasa por la protección de los ojos. Indicó que usando telescopios con filtros especiales se puede detectar las manchas solares, pero recomendó no mirar directamente al Sol porque podría afectar la visión. El público y los investigadores pueden encontrar información de este fenómeno y otros en la página web dedicada al clima espacial de Conida AQUÍ.
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