El pasado 2 de mayo, un niño sirio que vestía los colores de su club de fútbol favorito, el Barcelona de Lionel Messi, murió en un bombardeo del Ejército sirio sobre la localidad de Al-Baida, en la provincia de Tartús, Siria, que causó más de 400 muertos.
El hecho de sangre ocurrió en el marco de la guerra civil que se libra en este país. Las bombas le quitaron vida y la ilusión de jugar al fútbol a este pequeño, así también a sus familiares y amigos.
La foto del cadáver de Ahmad Othman, de solo 15 años, arropado con la camiseta del Barza, se ha convertido en el símbolo de una campaña de activistas sirios opositores al régimen de Bashar al Assad, quienes a través de redes sociales han empezado a hacer un llamado a la conciencia por las muertes de menores de edad en la guerra de Siria.
Twitter y Facebook informa Elperiodico.com de Cataluña se han empezado a inundar de carteles de esta iniciativa, llamada Tweet4syrianchild (tuitea por un niño sirio) en la que aparecen fotos de Ahmad.