La ola de calor que vive el sur de estos últimos días ha dejado más de 1.000 muertos, según un nuevo balance facilitado este jueves por los hospitales y las oenegés locales.

La mayoría de estas muertes tuvieron lugar en Karachi, la mayor ciudad del país con unos 20 millones de habitantes, donde las temperaturas alcanzaron los 45ºC, aunque el miércoles empezaron a bajar.

Los hospitales están totalmente movilizados para atender a las personas que sufren deshidratación o insolaciones. 

"El balance de muertos supera los 1.000 y podría ascender hasta los 2.500" dijo a la AFP Anwar Kazmi, un portavoz de la Fundación Edhi, la organización líder en asistencia médica de urgencia en Karachi.

Según los datos recabados por la AFP en los hospitales de toda la ciudad, un total de 1.079 personas han muerto a causa de la ola de calor. 

Los hospitales de Karachi han tratado a cerca de 80.000 personas por problemas de insolación y deshidratación, según funcionarios médicos. 

Después de que se alcanzaran temperaturas superiores a los 40ºC, la brisa marina y las nubes cubren esta ciudad portuaria desde hace un par de días, dando un respiro a sus habitantes. 

La oficina de meteorología prevé temperaturas de unos 34 grados para este jueves, con un cielo cubierto en un 75%.

La Fundación Edhi dijo que sus morgues en la ciudad han recibido tal llegada de cuerpos que están teniendo dificultades para mantenerlas correctamente refrigeradas.

Las familias de las víctimas también han tenido problemas para enterrar a sus fallecidos, pues los sepultureros tenían que trabajar a un ritmo incesante bajo el sol abrasador. 

La ola de calor coincide con el inicio del mes del Ramadán, durante el cual millones de musulmanes en el país dejan de comer y beber desde la salida hasta la puesta de sol.

El doctor Qaiser Sajjad de la Asociación Médica de Pakistán en Karachi afirmó que muchas muertes se habían producido por la falta de conocimientos de la población sobre la insolación, cuáles son sus síntomas y cómo tratarlos. 

"La principal razón es la falta de conocimientos de la gente, nadie sabe cómo lidiar con una situación así", dijo a la AFP. 

Tampoco han ayudado los cortes eléctricos, un problema frecuente en Pakistán, que impiden poner en marcha los ventiladores y aires acondicionados, y ha interrumpido el suministro de agua en Karachi.

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