Por: Amin Chaoudri, embajador de Marruecos en el Perú
El próximo lunes 9 la maravillosa y mágica ciudad de Marrakech se convertirá en la meca del mundo financiero. La ciudad marroquí que albergará, del 9 al 15 de octubre, los trabajos de las Reuniones Anuales de las instituciones de Bretton Woods, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, está ya lista para acoger a más de 15.000 participantes de los cinco continentes, de los cuales unos 4.500 son representantes de delegaciones oficiales, encabezadas por ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales, de 190 países, y unos 800 periodistas entre otros participantes.
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Cabe recordar que la ciudad ocre es muy conocida por organizar eventos internacionales de gran envergadura durante las últimas décadas, como la reunión del GATT en los años 90, la Cumbre Global de Emprendimiento en el 2014 o la COP-22 del 2016.
El éxito de la organización de este importante evento se convirtió en un reto para todo el país después del violento sismo que azotó la región de El Haouz, el 8 de septiembre y que causó la dolorosa muerte de casi 3.000 personas y numerosos daños materiales.
Bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey Mohammed VI, todas la autoridades de mi país están desplegando un esfuerzo colosal para la reconstrucción de las zonas afectadas así como para acoger en las mejores condiciones a todos los participantes de esta reunión, mostrando al mundo nuestra ambición de hacer de estas reuniones una oportunidad idónea para confirmar nuestra resiliencia ante la tragedia y reafirmar el posicionamiento del reino en la región MENA y en el continente africano, como una potencia regional capaz de afrontar todos los retos.
Además, y como muestra de apoyo y solidaridad con Marruecos y en un afán de demostrar su plena confianza en la manera en la que gestiona las repercusiones del terremoto y su fortaleza frente a las crisis, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial anunciaron, el 18 de septiembre, su decisión de mantener la celebración de sus Asambleas Anuales en Marrakech, a pesar de estar a tan solo 70 km de la ciudad de Ighil, epicentro del terremoto.
No estamos enfocados solamente en la parte organizativa, sino también estamos aportando nuestras ideas y visiones en temas de interés común que serán debatidos en la reunión de Marrakech.
Estamos seguros de que esta reunión será una oportunidad idónea para debatir varios temas de interés para el sistema financiero mundial, destacando las vulnerabilidades de la deuda, el impacto del cambio climático, la transición digital y la lucha contra la pobreza, con el fin de evaluar la eficacia de las políticas implementadas y hacer recomendaciones para prevenir mejor las crisis y acelerar el desarrollo económico.
En este sentido, la director gerente del FMI y el presidente del Banco Mundial manifestaron en una declaración conjunta: “El mundo se enfrenta a importantes desafíos económicos, a la amenaza existencial del cambio climático y a una transición digital, en medio de conflictos cada vez más frecuentes, una deuda en constante crecimiento, en un espacio limitado para hacer política en muchos países y crecientes tensiones geopolíticas”.
Para nosotros es un honor ser los primeros anfitriones de esta importante cita mundial en el continente africano después de 50 años, pero al mismo tiempo es una oportunidad para abordar mejor las cuestiones específicas de nuestro continente y reflexionar juntos sobre problemáticas como la deuda externa o una mejor representación del continente en los órganos de las instituciones financieras internacionales con el objetivo de hallar soluciones viables para hacer frente a los desafíos de este siglo.
Agradezco, desde esta tribuna, la participación de la importante delegación peruana en este evento, a la cual deseo todo el éxito en sus gestiones y a la vez una agradable y amena estancia en la majestuosa ciudad de Marrakech.