El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó hoy la dimisión que le exige parte de la oposición por el escándalo de una supuesta financiación ilegal de su Partido Popular (PP): Voy a defender la estabilidad política y voy a cumplir el mandato que me han dado los españoles, dijo.
Rajoy se expresó así en una rueda de prensa en La Moncloa junto al primer ministro polaco, Donald Tusk, mientras el ex tesorero de su formación Luis Bárcenas, ante el juez en la Audiencia Nacional española, admitía ser el autor de la supuesta contabilidad en la sombra publicada por medios españoles desde enero y aireaba pagos a Rajoy también entre 2008 y 2010.
Aquí hay un gobierno estable que va a cumplir con su obligación, manifestó el jefe del Ejecutivo español, que dijo que el Estado de derecho no cederá al chantaje de Bárcenas.
NO DESMINTIÓ Rajoy, que leyó su primera respuesta sobre el caso, evitó expresar directamente un desmentido sobre la supuesta financiación ilegal del PP y sobre los sobresueldos a miembros de la cúpula del partido que recoge la presunta contabilidad en la sombra y en los que él aparece como receptor.
Lo que hizo fue remitirse a sus palabras del 3 de febrero, cuando compareció ante la plana mayor de su partido y negó la existencia de esos pagos. Me ratifico en lo que dije en aquella comparecencia pública y en lo que afirmé en el debate sobre el estado de la nación, manifestó.
Justificó además el silencio sobre el caso que le reprocha la oposición, que por la mayoría absoluta de su partido en el Congreso de los Diputados no ha conseguido forzar que Rajoy comparezca en la cámara para dar explicaciones. Un presidente del gobierno no puede estar saliendo cada día al paso de las insinuaciones y rumores que se vayan publicando, dijo.
LOS MENSAJES DE BÁRCENAS Sobre los mensajes de texto que él y Bárcenas se intercambiaron por teléfono móvil hasta marzo y que publicó el domingo el diario El Mundo, confirmando contactos entre ambos que el partido había negado hasta ahora, Rajoy aseguró que lo único que hacen es ratificar que el Estado de derecho no se somete a chantaje.
Rajoy se mantenía así en la línea expresada el domingo por fuentes de La Moncloa, según las cuales esos mensajes demuestran que Rajoy nunca accedió a las peticiones de Bárcenas, imputado desde 2009 en el caso Gürtel, una gran trama de corrupción que salpica al PP desde entonces.