Durante el juicio que se adelanta en contra del poderoso jefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín 'El Chapo’ Guzmán, en la ciudad de Nueva York, el narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, alias Chupeta, contó, como cooperante del gobierno de Estados Unidos, cómo pudo con la ayuda de El Chapo pudo exportar más de 400 toneladas de cocaína a EE.UU. desde 1989 hasta su arresto en Sao Paulo en el 2007. Además de revelar que mandó matar a “aproximadamente 150 personas” y que las autoridades colombianas le incautaron 1.000 millones de dólares, ‘Chupeta’ reveló haberse sometido a cirugías plásticas en el rostro tres o cuatro veces en Brasil, donde estaba prófugo pero seguía dirigiendo su cártel.
Pero Ramírez Abadía no es el único narcotraficante colombiano que está en la lista de testigos dentro de este mediático e histórico juicio.
"El Tiempo" estableció que agentes del FBI también reclutaron a Diego Montoya, alias don Diego, a los narcoesmeralderos Luis Caicedo y Julio Lozano Pirateque, ligados al fútbol, y a Daniel el ‘Loco’ Barrera.
Reporteros de este diario establecieron que ‘Don Diego’ confesará que El Chapo le compraba 15 toneladas de coca al año, la mayoría de las cuales salían en aviones King Quest, Grumman, Commander y Convert, que aterrizaban en los aeropuertos de Los Mochis, Torreón y Veracruz (México), y cuyas matrículas tiene en su poder.
Igualmente, revelará nombres de ingenieros rusos y estadounidenses que fueron enviados por El Chapo a Colombia para ensamblar submarinos, moverle droga desde la costa Pacífica –especialmente desde la convulsionada Tumaco–, y proveer a los hermanos Beltrán, a Ismael 'El Mayo' Zambada y al ex policía Juan José 'El Azul’ Esparragoza.
'Chupeta', por su parte, se comprometió a contar que El Chapo, el jefe del Cártel de Sinaloa, le secuestró a uno de sus emisarios tras una disputa por un cargamento. Se trata de Juan Carlos Ortiz, ‘Cuchilla’, quién años después murió acribillado en Cali.
Los testimonios de Luis Caicedo Velandia y Julio Lozano Pirateque también son clave. La razón: demuestran que el capo mexicano mantuvo su imperio y sus nexos con la mafia colombiana hasta hace cuatro años, cuando cayó en manos de la justicia.
Aunque Caicedo ya cumplió su condena, tras una ventajosa negociación con Estados Unidos, permanece preso en Brooklyn para garantizar su comparecencia en el juicio. y por esa misma razón, Lozano, ya en libertad, no fue deportado a Colombia y se le ha visto en Miami.
De hecho, autoridades colombianas tienen información de que Lozano y Caicedo ya han enviado el mensaje de que volverían pronto al país a recuperar sus propiedades y su poder.
Fuente: "El Tiempo" de Colombia, GDA