El líder de la centroderecha italiana, Silvio Berlusconi, sacó el sábado a sus ministros de la coalición gobernante, hecho con el que virtualmente derrumbó al gobierno del primer ministro Enrico Letta y dejó en caos a la tercera mayor economía de Europa.
El anuncio, que probablemente conducirá a nuevas elecciones o a la formación de una nueva coalición, tuvo lugar un día después de que Letta desafió al partido de Berlusconi a respaldarlo en un voto de confianza en el Parlamento tras semanas de tensiones.
Al viernes por la noche, el gabinete no logró acordar medidas fiscales vitales para llevar al déficit presupuestario dentro de los límites de la Unión Europea, lo que dejó cerca de un quiebre total a la frágil coalición formada por rivales tradicionales de derecha e izquierda.
Las tensiones entre ambas partes han estado creciendo desde hace semanas luego de acciones para expulsar a Berlusconi del Parlamento después de que fue condenado por un fraude tributario el mes pasado.
La decisión adoptada por el primer ministro Enrico Letta de congelar las actividades del Gobierno () es una seria violación de los pactos sobre los que se formó este Gobierno, declaró Berlusconi en un comunicado.
TENSIÓN Esta semana, legisladores del partido de Berlusconi Pueblo de la Libertad (PDL) amenazaron con abandonar el Parlamento si él es expulsado del Senado debido a su condena judicial de Berlusconi por fraude no será rebajada, afirma Napolitano.
Las renuncias de los ministros retrasarán aún más la adopción de reformas significativas en Italia, que lucha con una recesión de dos años, una deuda pública de 2 billones de euros y una tasa de desempleo juvenil cercana al 40 por ciento.
Las convulsiones políticas preocupan cada vez más a los inversionistas, aunque como el Banco Central Europeo (BCE) está garantizando estabilidad en los mercados, hasta ahora ha habido menos pánico que el visto en crisis previas.
Los costos de endeudamiento de Italia alcanzaron un máximo nivel en tres meses en una subasta de bonos a 10 años el viernes, mientras que la prima exigida por los inversores para mantener deuda del Gobierno italiano en vez de bonos alemanes se amplió a cerca de 267 puntos básicos desde menos de 250 a inicios de la semana.