Como si las diferencias en medio de la guerra no fueran suficientes, el Mar Negro ha reflotado esta semana como un foco de tensión entre Rusia y Ucrania. Aunque la invasión lanzada por Moscú hace más de un año se ha librado principalmente en tierra, las aguas de ese mar también han sido un escenario vital en varios frentes de la disputa bélica.
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La discrepancia más reciente entre Kiev y Moscú se encendió luego de que el gobierno ucraniano planteara que el Mar Negro, donde Rusia tiene destacada una flota naval, se convierta en “un mar de la OTAN”.
“Ha llegado el momento de que el Mar Negro se convierta en un mar de la OTAN, como el mar Báltico”, dijo el jueves 13 el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en una conferencia sobre la seguridad del Mar Negro.
Al denunciar las políticas imperialistas de Rusia, Kuleba defendió que mientras que Occidente nunca tuvo estrategias coherentes sobre el Mar Negro, Rusia siempre contó con “un plan agresivo”.
Recordó que un año atrás el buque insignia ruso Moskva naufragó y fue destruido. “Otros buques de guerra rusos correrán la misma suerte con el apoyo de nuestros amigos y socios”, añadió en un mensaje de vídeo enviado desde Ucrania.
Rusia no demoró en reaccionar: “El mar Negro nunca será un ‘mar de la OTAN’, es un mar común”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Agregó que para todos los Estados ribereños debe ser un mar “de cooperación, interacción y seguridad. Además, debería tener una seguridad indivisible”.
Aguas estratégicas
Ucrania afirma que el mar Negro tiene una importancia especial para asegurar la paz en Europa y lleva muchos años defendiendo que sus aguas son esenciales para sus esfuerzos por contener a Rusia. Si ese mar resulta estratégico lo es, principalmente, debido a su ubicación.
El Mar Negro tiene seis países en sus costas. Turquía, Rumania y Bulgaria son miembros de la OTAN, mientras que otros, como Ucrania y Georgia, son amigos de la alianza. El otro país que tiene salida a sus aguas es... Rusia.
Por ello, las aguas del Mar negro, ubicado en el flanco suroriental de Europa, han sido durante mucho tiempo un escenario de competencia entre Estados Unidos y sus aliados europeos, por un lado, y Rusia y su esfera de influencia por el otro, dinámica que se ha potenciado por la guerra en Ucrania, dice el diario “The New York Times”.
“Si se tuviera que clasificar los lugares del mundo donde los ejércitos de Estados Unidos y Rusia podrían encontrarse físicamente, el Mar Negro probablemente estaría entre los primeros de la lista”, dice el medio, que destaca el potencial de la región para convertirse en un punto crítico, accidentalmente o de otra manera.
El presidente ruso, Vladimir Putin, lleva años intentando aumentar su influencia en la zona, provocando inestabilidad, como lo demuestran su guerra con Georgia en el 2008 y levantamientos contra la intromisión de Moscú en la política de los países de la región.
“Pero el juego de poder más grande de Putin en torno al Mar Negro fue la ocupación de Crimea, una península estratégica que Rusia arrebató a la vecina Ucrania en el 2014. Eso mejoró la posición de Rusia en el Mar Negro y ayudó a tratar de consolidar el control de Sebastopol, un territorio cálido y puerto de agua”, dice “The New York Times”.
Rusia pudo anexionar la península de Crimea porque su armada ha dominado el Mar Negro por muchos años.
Tras ese hecho los miembros de la OTAN ampliaron aún más sus maniobras en la zona, algo que se intensificó con la invasión a Ucrania.
En este punto es importante recordar que al inicio del conflicto Turquía ejerció su derecho de cerrar el estrecho a la mayor parte del tráfico militar -un poder que puede ejecutar en tiempos de guerra ya que controla dos estrechos, los Dardanelos y el Bósforo.
En la actualidad, únicamente los países con costas en el Mar Negro tienen embarcaciones en el agua y de ellos Rusia y Turquía tienen la flota más poderosa.
Además de su variada fauna marina, que incluye carpas, lucio percas, silurus, vimbas, esturiones de agua dulce, esterletes, alondras y esturiones, el Mar Negro cuenta con importantes maravillas arqueológicas.
Una investigación que concluyó en el 2018 produjo resultados asombrosos, incluido el hallazgo de restos de 65 embarcaciones, lo cual debería ser solo el comienzo.
“Encontraron barcos del siglo XIX, navíos otomanos y barcos bizantinos. Luego, hacia el final de la expedición, embarcaciones romanas. Finalmente, hubo el impresionante hallazgo de lo que se cree que es un barco griego de la vida de Aristóteles, con sus timones gemelos en forma de pala y sus bancos de remo intactos. El barco tiene un gran parecido con el que se muestra en el estamnos de figuras rojas del ático conocido como el jarrón de sirena, en el Museo Británico”, dice el diario británico “The Guardian”.
En el 2020, especialistas hallaron parte de un tesoro de vidrio hundido en la costa del Mar Negro frente a la ciudad de Burgas, en Bulgaria. Los elementos fueron presentados durante una conferencia de prensa el jueves pasado.
Ruta comercial
El Mar Negro es una conexión crucial entre los puertos de los seis países con los que limita y el Mar Mediterráneo. Como era de esperarse, la guerra complicó el comercio marítimo para esas naciones.
En los primeros meses del conflicto Rusia bloqueó la exportación de granos de Ucrania, uno de los principales productores del mundo, lo que generó temores de una crisis alimentaria internacional que golpearía principalmente a las naciones pobres.
La situación pudo controlarse en julio del 2022 cuando un acuerdo negociado en por Turquía y la ONU estableció un corredor para que los barcos que transportaban cereales y otros cultivos salieran de los puertos ucranianos. El pacto también permitía a Rusia enviar sus propios cargamentos de alimentos y fertilizantes.
Sin embargo, Rusia declaró el jueves 13 que no prorrogaría más allá del 18 de mayo el acuerdo sobre cereales del mar Negro, a menos que Occidente elimine una serie de obstáculos a la exportación de cereales y fertilizantes rusos.
“Observamos que, a pesar de todos los comentarios altisonantes sobre la seguridad alimentaria mundial y la ayuda a los países necesitados, la Iniciativa del mar Negro sirvió y sigue sirviendo exclusivamente a las exportaciones comerciales de Kiev en interés de los países occidentales”, afirmó el el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado.