El gobierno sirio inició el domingo diversos ataques aéreos contra los barrios rebeldes que se alojan en Aleppo, la ciudad más grande y más poblada del país.
La cifra de fallecidos ha continuado elevándose hasta llegar a 93, con el último ataque perpetrado esta mañana contra la escuela Tajbe, en el barrio de Al Endharat, informaron fuentes de la oposición del gobierno de Bashar Al Assad.
Se lanzó un barril cargado de explosivos contra la entidad educativa, aseguró la oficina de comunicación de los revolucionarios en Aleppo. El atentado ocurrió mientras que un grupo de escolares y profesores abandonaban la escuela para ponerse a salvo de ataques aéreos.
El domingo, sólo en el barrio de Al Haidariya murieron 35 personas cuando un helicóptero lanzó un barril lleno de explosivos sobre un concurrido cruce de caminos, reportó la agencia DPA.
En el ataque 50 personas resultaron heridas. De ese cruce parten autobuses que unen Alepo con los pueblos y pequeñas ciudades del norte del país.
De otro lado, los servicios secretos de las fuerzas aéreas secuestraron a dos familias de un refugio para desplazados en el barrio de Yarama, a las afueras de Damasco. Al parecer los civiles, procedentes de Duma y Arbien fueron tomados como rehenes para ser intercambiados por presos rebeldes en Adra al Ummaliya, a las afueras de Damasco.
Por su parte, desde Ginebra, la Organización de las Naciones Unidas advirtió que en 2014 serán más de siete millones los sirios refugiados, en su propio país o en el extranjero, que dependan de ayuda humanitaria. De estos, casi tres millones tendrán que ser atendidos en los países vecinos, a los que se añaden millones de personas que deben recibir ayuda dentro del país.
La ONU ha pedido a la comunidad internacional que ponga a disposición 6.500 millones de dólares (4.700 millones de euros) para ayudar a los sirios el próximo año.