Se acabaron los cines particulares en Cuba. Hoy, en una nota publicada en la prensa local, el gobierno ordenó el cierre inmediato de estas salas privadas, una de las numerosas actividades que han surgido en los últimos años en el marco de la legalizada iniciativa privada.

Esta medida del gobierno castrista afecta en mayor medida a los cines que reproducen películas en 3D, negocio que ha ganado gran popularidad en la isla. En La Habana, varias personas ofrecen en cafeterías privadas o incluso en sus casas el servicio, en pequeñas salas o espacios adaptados a ese fin. Las autoridades prohibieron también las salas privadas de videojuegos.

La exhibición cinematográfica (incluye las salas de 3D) y los juegos computacionales cesarán de inmediato en cualquier tipo de actividad por cuenta propia, señaló una nota oficial del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros publicada en el diario Granma.

Los servicios en cuestión nunca han sido autorizados y se llevan a cabo en ocasiones asociados a otras prestaciones, como las vinculadas a servicios gastronómicos, agregó el texto.