El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó en marzo a los trabajadores de la industria de armas del país incrementar la producción de artillería para asegurar un rápido ataque preventivo, informó hoy la televisión estatal norcoreana (KCTV).
La KCTV emitió un documental sobre una reunión de trabajadores de la industria de defensa norcoreana presidida por Kim el pasado 17 de marzo, en la que pidió a los empleados garantizar absolutamente la calidad de nuestra artillería y proyectiles para asegurar un rápido ataque preventivo a nuestros enemigos.
ATACAR PUNTOS CLAVE DE LOS ENEMIGOS El joven líder, cuya edad se estima en 29 o 30 años, expuso durante su arenga, recogida por la agencia surcoreana Yonhap, que una vez que estalle la guerra, tendrán que destruir las posiciones militares y las instituciones gubernamentales clave de los enemigos con un ataque rápido y repentino.
Kim también señaló que los enemigos de Corea del Norte se están preparando para la guerra, lo que exige aún más la producción de una artillería de calidad por parte de Pyongyang.
En el documental, el líder aparece acompañado por Pak To-chun, secretario de la industria militar del Partido de los Trabajadores, máximo órgano político del régimen comunista norcoreano y su principal pilar junto al poderoso Ejército Popular.
TENSIÓN VIENE DESDE MARZO El pasado 26 de marzo, el Ejército de Corea del Norte aseguró haber puesto misiles y sus unidades de artillería en posición de combate con el punto de mira en EEUU y Corea del Sur, como parte de una campaña de actos hostiles y amenazas de guerra que se ha prolongado hasta los pasados días.
El último capítulo de la ofensiva retórica belicista norcoreana se produjo ayer, cuando el régimen recomendó la evacuación del personal diplomático de todas las embajadas de países extranjeros acreditadas en Pyongyang bajo el argumento de que no puede garantizar su seguridad.
La mayor parte de las embajadas no procedieron, sin embargo, a desalojar a su personal, mientras expertos mantienen que la escalada belicista de Corea del Norte es una simple estrategia política y no hay indicios de una próxima confrontación armada en la península coreana.