Canadá: Ex prostituta revelaría a políticos que pagan por sexo

Toronto (EFE)

La ex prostituta convertida en ctivista de los derechos de las trabajadoras sexuales, Terri-Jean Bedford, fue expulsada hoy del Senado de Canadá tras amenazar con revelar nombres de los políticos que pagan por los servicios de las meretrices si se aprueba un nuevo proyecto de ley sobre la prostitución.

Bedford acudió al Senado para testificar ante la comisión del Senado canadiense que estudia un proyecto de ley del Gobierno conservador de Canadá sobre la prostitución. Dicho proyecto de ley plantea despenalizar a las prostitutas, pero ilegalizar la compra de los servicios sexuales.

“Si esta ley es aprobada voy a hacer que se olviden [del escándalo] de Mike Duffy, porque tengo una gran cantidad de información y pruebas sobre políticos en este país. Lo prometo”, dijo la activista, quien citó el caso del senador Duffy, que está siendo investigado  por aceptar dinero del exjefe del gabinete, Stephen Harper.

La activista añadió que el citado proyecto de ley va en contra de los derechos de las trabajadoras sexuales y solicitó más tiempo para explicar su posición.

Sin embargo, tras decir que podría revelar los nombres de políticos-clientes, la mujer fue impedida de seguir hablando.

“Después de 30 años de leyes abusivas se me debería permitir al menos cinco minutos para hablar. Le dan palmadas a todo pero cuando saben que tengo algo explosivo que decir me quieren evitar a cualquier costo”, criticó Belford.

NUEVA LEGISLACIÓN

En diciembre del 2013, el Tribunal Supremo canadiense dijo que las leyes sobre prostitución del país son anticonstitucionales porque ponen en peligro la vida de las trabajadoras sexuales al obligarlas a operar sin seguridad.

En respuesta, el Gobierno del primer ministro Stephen Harper, presentó un proyecto de ley que, aunque despenaliza a las prostitutas, ilegaliza la compra de servicio sexuales.

Los activistas que defienden a las prostitutas han afirmado que, de aprobarse el proyecto de ley, las trabajadoras del sexo se verán obligadas de nuevo a trabajar en la clandestinidad, lo que incrementará los riesgos a los que se enfrentan.