El primer ministro húngaro, Viktor Orban, y los fieles rinden homenaje al ex Papa Benedicto XVI, mientras su cuerpo se encuentra en estado en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el 3 de enero de 2023. REUTERS/Kai Pfaffenbach
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, y los fieles rinden homenaje al ex Papa Benedicto XVI, mientras su cuerpo se encuentra en estado en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el 3 de enero de 2023. REUTERS/Kai Pfaffenbach
/ KAI PFAFFENBACH
Agencia EFE

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, visitó este martes la capilla ardiente del papa emérito , fallecido el pasado sábado con 95 años, para darle su último adiós antes del funeral que se celebrará el próximo jueves en la plaza de San Pedro en el Vaticano.

Orbán llegó a la basílica de San Pedro acompañado por su esposa y permaneció de pie algunos minutos delante del féretro, situado sobre un catafalco de tela dorada a los pies del Altar de la Confesión y del baldaquino de Bernini, sobre el lugar en el que según la tradición fue sepultado San Pedro.

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El mandatario húngaro, de confesión calvinista, se sentó después en la zona habilitada para las autoridades en la capilla ardiente, que abrió hoy por segundo día después de que este lunes la visitaran 65.000 personas, una cifra que dobló las previsiones iniciales.

Hoy continúa el goteo de personas que esperan en fila para poder rendir un último homenaje a Joseph Ratzinger, que en 2013 fue el primer pontífice en renunciar en los últimos seis siglos, aunque su número es notablemente inferior a las de ayer, en el primer día de exposición de los restos de Benedicto XVI.

Las puertas de la basílica se abrieron este martes pocos minutos después de las 7.00 hora local (6.00 GMT) y permanecerán así hasta las 19.00 hora local (18.00 GMT), el mismo horario que tendrá la última jornada de la capilla ardiente, mañana miércoles.

El jueves a las 9.30 horas (8.30 GMT) Francisco, el sucesor de Benedicto XVI, presidirá el funeral en la plaza de San Pedro.

No será un funeral de Estado al no tratarse de un pontífice “reinante”, aunque contará con delegaciones oficiales de Italia y del país natal de Ratzinger, Alemania, y otras autoridades podrán asistir pero deberán hacerlo a título personal.

Por el momento han confirmado su presencia la reina emérita de España, Sofía, y el ministro español de la Presidencia, Félix Bolaños, así como el presidente polaco, Andrzej Duda; el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el rey Felipe de Bélgica.

Después, el cuerpo de Benedicto XVI será enterrado en la cripta de la basílica de San Pedro, donde reposan muchos otros pontífices de la milenaria historia de la Iglesia católica.

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