Un pequeño avión que llevaba a diez paracaidistas se accidentó en Bélgica y, según los primeros informes, no dejó sobreviviente alguno.
El avión despegó del aeropuerto de Templous pero terminó precipitándose cerca a un campo de Namur, a kilómetros de la población belga de Fernelmont.
Los bomberos que llegaron al escenario del accidente dijeron que no encontraron sobrevivientes, incluyendo al piloto de la avioneta que llevaba a un grupo de paracaidistas que iban a practicar este deporte de riesgo.