El líder supremo iraní criticó hoy a Estados Unidos mientras se disponía a votar en los comicios presidenciales que de pronto se ha convertido en un momento decisivo en la república islámica dividida políticamente por integristas que intentan cimentar su control y reformistas que apoyan al único candidato moderado.
El ayatola Alí Jamenei respondió a las críticas estadounidenses sobre la falta de apertura en las urnas y dijo a Washington que se fuera al infierno después de votar en una contienda criticada por Occidente por supuestamente estar arreglada a favor del sistema gobernante.
Largas filas se formaron frente a las urnas en Teherán y otros lugares del país. El Ministerio del Interior de Irán prolongó la votación por otras cuatro horas. El entusiasmo suscitado sugiere que una votación considerada antes una victoria preparada a favor del régimen teocrático ha pasado a ser una oportunidad para que los reformistas elijan a sus representantes tras años de represión.
ROWHANI, LA ESPERANZA DE LA OPOSICIÓN No hay un candidato favorito entre los seis que aspiran a suceder al presidente Mahmud Ahmadineyad, cuyo mandato de ocho años llega a su fin porque las normas constitucionales le impiden aspirar a un tercer mandato consecutivo. Empero, figuras incluyentes en todos los bandos pidieron una asistencia masiva a las urnas, indicio de que los temores y esperanzas quedaron transformados los últimos días.
La coalición iraní de moderados, reformistas y activistas de la oposición —castigada y fragmentada por el régimen— ha encontrado inspiración de último momento en el ex negociador nuclear Hasan Rohani, el único candidato relativamente moderado que queda en la contienda.
Una victoria de Rowhani sería un pequeño retroceso para los integristas iraníes pero sin alcanzar el nivel de desafío ocurrido hace cuatro años por el reformador Movimiento Verde, brutalmente aplastado tras masivas manifestaciones que alegaron que la elección de Ahmadineyad en el 2009 fue resultado de un fraude sistémico en el recuento de votos.
El presidente iraní no tiene poder directo en las decisiones claves —como el programa nuclear, defensa y relaciones exteriores— pero imprime un tono importante en la palestra mundial y como el principal enviado del país.
Si ningún candidato logra la mayoría absoluta, un desempate entre los dos primeros tendrá lugar el 21 de junio. Los resultados serán anunciados la madrugada del sábado.