China está flexionando sus músculos. Como la segunda economía más rica del mundo, sus empresarios y políticos están involucrados en proyectos por toda Asia, África y América Latina.
Ahora, sin embargo, China se está interesando en una parte muy diferente del mundo: el Ártico.
El país asiático incluso ha comenzado a llamarse a sí misma una potencia "casi ártica", a pesar de que Beijing está a casi 3.000 kilómetros del círculo polar ártico.
Ha comprado o comisionado varios rompehielos, incluidos algunos que funcionan con energía nuclear, para forjar nuevas rutas para sus productos a través del hielo ártico.
Y tiene la mirada puesta en Groenlandia como una estación de paso particularmente útil en su "ruta de la seda polar".
Groenlandia es autónoma, aunque todavía está controlada nominalmente por Dinamarca.
Tiene importancia estratégica para Estados Unidos, que mantiene una vasta base militar en Thule, en el extremo norte.
Tanto los daneses como los estadounidenses están profundamente preocupados por el interés chino en Groenlandia.
El menos poblado de la Tierra
Tienes que ir allí para tener una idea de lo enorme que es Groenlandia.
Es el doceavo territorio más grande del mundo (diez veces más grande que el Reino Unido): son dos millones de kilómetros cuadrados de roca y hielo.
Sin embargo, su población es minúscula: son solo 56.000 personas, aproximadamente el tamaño de una ciudad en Inglaterra.
Como resultado, Groenlandia es el territorio menos densamente poblado de la Tierra. Alrededor del 88% de los habitantes son inuit.
En términos de inversión, ni los estadounidenses ni los daneses han invertido mucho en Groenlandia a lo largo de los años, y Nuuk, la capital, se siente bastante pobre.
Dinamarca entrega un subsidio anual para ayudar a Groenlandia a satisfacer sus necesidades.
Todos los días, un pequeño número de personas se reúne en el centro para vender cosas que generarán un poco de dinero: ropa desechada, libros escolares para niños, pasteles caseros, pescado seco, tallas de cuerno de reno.
Algunos también venden las sangrientas carcasas de los grandes patos King Eider, que los inuit tienen permitido cazar, pero se supone que no deben vender con fines de lucro.
Poder aéreo de China
En la actualidad, solo se puede volar a Nuuk en pequeños aviones propulsados por hélice. En cuatro años, sin embargo, eso cambiará radicalmente.
El gobierno de Groenlandia ha decidido construir tres grandes aeropuertos internacionales, capaces de recibir grandes aviones de pasajeros.
"Cada uno de estos aeropuertos será la construcción más grande en la historia de Groenlandia", resaltó a la BBC Aviaaja Karlshoj Knudsen, la gerente de los proyectos.
"Serán muy importantes para la infraestructura de Groenlandia en el futuro", agregó.
Para construirlos, tendrán que demoler unos seis millones de metros cúbicos de roca.
China está presentado ofertas para ganar esos contratos.
Habrá presión de los daneses y estadounidenses para garantizar que la oferta china no tenga éxito, pero eso no detendrá la participación de China en Groenlandia.
Curiosamente, comprobé que la opinión acerca de los chinos tendía a dividirse según la etnia.
Los daneses estaban preocupados, mientras que los inuit pensaban que era una buena idea.
El primer ministro de Groenlandia y el ministro de Relaciones Exteriores se negaron a hablarnos sobre la actitud de su gobierno hacia China, pero un ex primer ministro, Kuupik Kleist (2003-2009), nos dijo que pensaba que sería bueno para su país.
No obstante, Michael Aastrup Jensen, portavoz de asuntos exteriores del principal partido en el gobierno de coalición danés, Venstre, fue franco acerca de la participación china en Groenlandia.
"No queremos una dictadura comunista en nuestro propio patio", dijo.
Riqueza muy necesaria
La estrategia de China para venderse en otros países donde operan sus empresas es ofrecer el tipo de infraestructura que ellos tanto necesitan: aeropuertos, carreteras, agua potable.
Las potencias occidentales que una vez colonizaron a muchos de ellos generalmente no han intervenido lo suficiente y la mayoría de estos gobiernos están muy agradecidos por la ayuda china.
Pero tiene un costo.
China obtiene acceso a las materias primas de cada país: minerales, metales, madera, combustible, alimentos.
Sin embargo, esto no suele significar trabajos a largo plazo para la población local. Generalmente se trae a grandes cantidades de chinos para hacer el trabajo.
País tras país ha descubierto que la inversión china termina ayudando a la economía de China mucho más que a la suya.
Y en algunos lugares -Sudáfrica es uno de ellos- hay quejas de que la participación china tiende a provocar más corrupción.
Pero en Nuuk es difícil lograr que las personas se centren en argumentos como estos.
Lo que cuenta en este vasto territorio vacío y empobrecido es la idea de que grandes cantidades de dinero podrían estar en camino.
El ex primer ministro Kuupik Kleist lo expresó de forma simple: "El tema es que lo necesitamos".