La experiencia de Bale apaga la energía del inexperto Estados Unidos | CRÓNICA

Autos de alta gama que transitan por las lujosas y recién asfaltadas avenidas bajo un sol rajante. Aire acondicionado que brota del piso, a cielo abierto. Un bosque de enormes y modernos rascacielos, y estadios que combaten el sofocante calor -aunque es invierno- con tecnología de punta. Pero en Qatar, el “país del futuro” que alberga el Mundial 2022, la vieja escuela representada por Gareth Bale (Cardiff, 1989) contrarrestó la energía de un inexperto Estados Unidos al que Gales le sacó un punto en el estreno mundialista de ambos por el grupo A.

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Con un promedio de edad de 25 años y cien días, la segunda selección más joven del torneo, este nuevo combinado norteamericano se formó pensando en el próximo Mundial en el que serán sede junto a México y Canadá. La generación Z de Christian Pulisic (24 años), Sergiño Dest (22) y Timothy Weah (22), entre otros, que tantas esperanzas da a sus hinchas, también peca por la inexperiencia de tener una delegación con casi nula experiencia mundialista. Solo DeAndre Yedlin es el único que jugó una Copa del Mundo, en Brasil 2014, pero es suplente.

Los primeros 45 minutos en el estadio Al Rayyan mostraron lo que busca el técnico Gregg Belhalter con un equipo joven, lleno de vitalidad. Dominaron con Pulisic como eje de ataque. Al hombre del Chelsea, considerado por muchos como el mejor jugador nacido en Estados Unidos, no le pesó ser el líder futbolístico de un equipo que se mueve a su ritmo.

Se habían jugado apenas nueve minutos y el elenco americano ya había logrado dos ocasiones claras de gol que pudieron acabar inflando las redes si no fuera por las buenas reacciones del portero Hennessey, quien primero sacó un cabezazo de su propio compañero y luego un remate de Josh Sargent, el ‘9′ del Norwich City de Inglaterra que jugó al lado del peruano Claudio Pizarro y a quien considera “un padre”.

Los minutos pasaban y Estados Unidos se imponía cada vez más en el juego, aunque le costaba traducir su buen momento con el balón en gol. Esa falta de eficacia, de saber cuándo es el momento para hacerle daño al rival, se acabó a los 35′. Tras una excelente conducción, Christian Pulisic asistió notablemente a Timothy Weah para que anotara el 1-0 momentáneo e hiciera realidad el sueño de su padre, el gran George Weah, Balón de Oro en 1995, quien nunca había jugado una Copa del Mundo.

Los de Belhalter se fueron al descanso con el resultado a favor y las sensaciones de que eran mucho mejor equipo en el campo de juego. Sin embargo, esa falta de experiencia se empezó a notar en el segundo tiempo en el que Gales despertó y se mostró como si tuviera sobre sus espaldas muchos mundiales, sin que nadie se diera cuenta que han vuelto a la máxima cita después de 64 años. El último hombre que les había marcado un gol fue Pelé, cuando el fútbol aún se veía en blanco y negro.

La experiencia de Gareth Bale

“La selección de las mil vidas”, así catalogó a Gales el estadístico Míster Chip. Y es que el seleccionado europeo parecía tener todo en contra, pero en la segunda mitad le tiró toda la experiencia de sus jugadores encima. Sobre todo el de Gareth Bale, el multicampeón con el Real Madrid que hoy disfruta del fútbol en la Major League Soccer, la liga estadounidense. No tiene la velocidad de antes, pero le sobra jerarquía.

A los 81 minutos, cuando el partido parecía acabar con victoria norteamericana, el ‘Expreso de Cardiff’ aprovechó la “inexperiencia” de Tim Ream, quien a sus 35 años está disputando su primer Mundial. El central quiso despejar un centro a media altura pero no se dio cuenta que Bale llegaba desde atrás y terminó pegándole en la pierna izquierda.

El propio Gareth tomó el balón y lo puso en el punto de penal. Su disparo, potente al lado izquierdo del portero, se convirtió en un gol histórico para él y para Gales. Primero, porque es el primer jugador de la MLS que le hace un gol a Estados Unidos en toda la historia de los mundiales. Y segundo, porque Los Dragones volvieron a festejar en una Copa del Mundo después de 64 años. Su espera, según los datos de Mr. Chip, es la más larga de cualquier selección en la historia del certamen.

El gol de Bale fue casi un golpe de nocaut para los estadounidenses al punto que casi lo pierden cuando el mismo jugador de Los Ángeles FC estuvo a nada de aprovechar un error del portero Turner quien salió de su arco. Sin embargo, Gareth recibió una falta antes de disparar a puerta vacía.

Mientras Estados Unidos piensa en el Mundial de 2026, Gales -sobre todo Gareth Bale- quieren hacer historia en Qatar. En el próximo partido enfrentarán a Irán, que fue vapuleado por Inglaterra, en un partido que puede darles el ansiado pase a octavos; mientras que los estadounidenses chocarán con los ingleses, candidatos al título, en un partido complicado.

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