En redes sociales se ha hecho muy común ver relatos relacionados a restaurante, meseros y propinas, pero un establecimiento de Portland, Oregon (Estados Unidos), tomó la drástica decisión de cancelar de forma definitiva este pago adicional, pero aumentando la tarifa del servicio en un 22 por ciento, experiencia que no tardó mucho para convertirse en tendencia en redes sociales, generando gran polémica.
Kachka sin propinas
Con esta decisión, el precio más bajo de la carta del restaurante gourmet bielorruso es de 25 dólares, donde las propinas opcionales ya no están habilitadas, por lo que el aumento de precio aplicará a todos los pedidos, pero ¿Se repartirá algo a los meseros?
Kachka, nombre del local, dio su versión del por qué decidieron aplicar esta nueva política. Por medio de su página web lo expresaron de la siguiente manera: “Las propinas, en su forma más inocente, crean inequidad entre los trabajadores de ‘front-of-house’ y ‘back-of-house’, y en su forma más siniestra, continúa una tradición de racismo”.
Necesario para la equidad entre los trabajadores
De acuerdo a lo comentado por Bonnie Morales, chef principal y copropietaria de Kachka, a Insider, esta nueva política se viene implementando tras varios meses de planificación, cuya finalidad no es otra que suavizar los ingresos variables producto de las propinas.
“Con inflación, con escasez de personal, con más desafíos con los huéspedes. Esto comenzó a ser cada vez menos un ‘sería bueno tener’ para convertirse en un ‘necesitamos tener’”, expresó.
Opiniones diversas
De hecho, con esta nueva medida, algunos críticos han dicho que desean reservarse el derecho de dar una propina menor al 22 por ciento como forma de mostrar su fastidio con un mal servicio. Sin embargo, Morales comentó que este tipo de expresiones vienen, por lo general, de personas que no son la “típica clientela” del restaurante.
“Nuestros clientes, en promedio, dejan un 22 por ciento, que es como llegamos a ese número, por lo que, de hecho, su factura será exactamente la misma que antes (cuando se daban propinas voluntarias)”, expresó.
En ese sentido, otras voces críticas creen que el restaurante debería aumentar los precios por elementos específicos de su carta. Ante esto, Morales aceptó que los usuarios de estos servicios en los Estados Unidos les resulta muy dificultoso acostumbrarse a los aumentos, ya que llevan mucho tiempo adaptados a pagar la propina de forma separada.
Ni una sola renuncia
Obviamente, al inicio, esta situación generó grandes contradicciones en otros establecimientos de comida. En el caso de Kachka, Morales asegura que sus trabajadores han tenido meses para considerar si quedarse o buscar otro empleo, pero que hasta el momento nadie ha renunciado.
“Ni una sola persona dijo que merezco ganar más que la gente en la cocina o que mi trabajo es más difícil. Todos reconocen la inequidad, y es algo que es una especie de verdad tácita de la industria”, expresó a Insider.