Las personas que caminan por los apacibles campos de Letonia quedan sorprendidos al ver una vaca de color azul pastando con las demás vacas de color negro, blanco o marrón. Esta raza única estuvo cerca de extinguirse durante la era soviética y en los últimos años ha resurgido como un posible símbolo del país letón.
“Sus peores días terminaron”, manifestó Arnis Bergmanis, director del Ciruli Animal Park de Kalvene, lugar que como un lugar de cría de ganados. “Las vacas azules son únicas y maravillosas. Estoy feliz de ayudarlas a avanzar”, comenta mientras revisa a un becerro.
En el año 2000 solo existían 18 vacas azules en Letonia, ahora hay alrededor de 1500 tanto de pura sangre como híbridas. Las vacas azules fueron conocidas inicialmente solo en la costa báltica, exactamente en la región de Kurzeme. Pero luego se volvieron populares en las regiones centrales.
“Estamos felices de ayudar a todo nuevo granjero o propietario de posadas a obtener su propia vaca azul”, indica Bergmanis. Quien señala además que estos animales tienen un fuerte instinto maternal. “Si alguno de las crías de cualquier color pierde a su madre o es separada de ella, la vaca azul tomará a esa cría como la suya”.
“En el futuro esperamos tener los análisis completos del ADN para identificar los genes únicos en lo que respecta la vaca azul”, comentó Daiga Simkevica, jefa de la asociación Vaca Azul. “Nunca vimos que una vaca azul atrape el virus bovino de la leucosis, y por lo tanto esperamos identificar los genes que podrían beneficiar a las otras vacas”, añadió.