Uno de los juguetes clásicos de todo niño son los bloques de ladrillo y una de las marcas más importante, si es que no es la más representativa, es Lego. Con más de 80 años en el mercado, la empresa decidió ser parte del cambio y asumir un compromiso con el cuidado del planeta. La iniciativa de la compañía, que la llevará a dejar de usar plástico por completo en el 2030, se ha vuelto viral en las redes sociales como Twitter e Instagram.
Desde hace unos años, la firma danesa quiso innovar y cambió el plástico regular con el que hacía sus juguetes por plástico reciclado. Si bien es una buena iniciativa que ayuda de a pocos al planeta, la empresa ahora quiere hacer algo mucho más grande y generar mucho más impacto al ser una de las compañías de juguetes más importantes del mundo.
Lego ha sido consciente de que llevar diversión a cientos de niños los ha hecho producir casi tres millones de toneladas de plástico al año. Es por eso que la sucursal de México se ha propuesto ayudar al medio ambiente reemplazando el plástico tradicional por juguetes hechos de polietileno de origen vegetal, que tiene como ingrediente principal a la caña de azúcar.
Tim Brooks, vicepresidente de responsabilidad ambiental de la compañía, declaró que “este es un gran primer paso en el ambicioso compromiso de hacer que todos los bloques Legos utilicen materiales sostenibles”.
La estrategia sostenible va de la mano con una alianza de la empresa con Braskem en el 2018, quienes están certificados mundialmente por elaborar plástico verde hecho a partir de la caña de azúcar.
Para el 2030 se espera que todos los bloques de ladrillo de Lego sean de este material que también es biodegradable.
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