“Para mí ya no fue solamente accidente ni mucho menos bullying, ya fue un intento de asesinato”, dijo Juan Zamora, padre del adolescente que fue víctima de un ataque perpetrado por sus compañeros de clase quienes le rociaron alcohol y prendieron fuego debido a su origen otomí y su acento indígena. El menor fue dado de alta de un hospital, en Querétaro, aunque continuará en tratamiento mientras sus padres buscan justicia.