En el frenesí mediático que rodeó a Britney Spears en 2007, uno de los momentos más impactantes fue cuando la estrella del pop decidió raparse la cabeza. Este evento, que fue objeto de un intenso debate por parte de los tabloides y fans, parecía reforzar la narrativa existente de que la cantante estadounidense estaba pasando por un período errático en su vida. Sin embargo, la historia detrás de este acto es mucho más profunda y compleja de lo que se percibió en su momento.
En ese momento crucial de su vida, Britney Spears estaba atravesando un doloroso divorcio, un período en el que su vida personal y pública estaba bajo un escrutinio constante. Los paparazzi y los medios de comunicación seguían cada movimiento de la artista, convirtiéndola en el foco de incesantes chismes y juicios públicos. La presión de vivir bajo tal escrutinio constante tuvo un impacto devastador en su bienestar mental y emocional.
Britney Spears: por qué se afeitó la cabeza en 2007
En sus muy esperadas memorias tituladas “The Woman in Me”, que se publicarán el 24 de octubre, Britney Spears comparte su experiencia y los pensamientos que la llevaron a ese icónico acto de afeitado de cabeza. En sus propias palabras, relata: “Me habían observado mucho mientras crecía. Me miraron de arriba abajo, la gente me decía lo que pensaban de mi cuerpo, desde que era adolescente. Afeitarme la cabeza y comportarme mal eran mis formas de contraatacar”.
“Quisieron hacerme entender que esos días se habían acabado. Tuve que dejarme crecer el pelo de nuevo y ponerme en forma. Tenía que irme pronto a la cama y tomarme la medicación que mandaban tomar”, seña un extracto de la biografía, publicado por la revista People. “La tutoría me arrebató mi condición de mujer, me convirtió en una niña. Me convertí más en una entidad que una persona en escena. Siempre sentí la música en mis huesos y sangre, y me la arrebataron”, agregaba.
El famoso incidente tuvo lugar en 2007, en medio de varias etapas de rehabilitación para la estadounidense, una visita a una peluquería de California se convirtió en escena viral para la prensa. Britney acudió al Esther’s Haircutting Studio en la población de Tarzana, y le solicitó a la responsable del establecimiento que le rapara la cabeza. Al negarse, la cantante se tomó la justicia por su mano, literalmente.