Las golosinas preparadas con azúcar refinada son las preferidas por niños de todas las edades y de distintas partes del mundo, al punto de convertirlas prácticamente en un hábito. Estos excesos, sin embargo, pueden ser perjudiciales para la salud de tus pequeños, principalmente en niños menores de 36 meses. ¿Qué hacer en estos casos? Aquí te lo explicamos.
Es usual que los padres cedan ante los caprichos de sus hijos y les compren golosinas o alimentos con azúcar refinada, un extracto puro del azúcar. Sin embargo, si esto se vuelve repetitivo no solo los menores dejarán de lado alimentos nutritivos, sino que su salud se puede ver dañada.
Por ese motivo, es importante reducir el consumo de azúcar refinada en niños y adolescentes, sobre todo en aquellos que tienen menos de 3 años, según la recomendación del Programa Nacional Cuna Más del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
¿Por qué los niños menores de 3 años no deben consumir azúcar refinada?
La azúcar refinada provoca una mayor saciedad en poco tiempo; es decir, si se consume en altas proporciones, puede desplazar a los alimentos o preparaciones con más valor nutricional, según explica Katherine Chamorro, especialista en Nutrición del programa social
Para empezar a crear hábitos alimenticios saludables, no solo tienes que revisar la cantidad de azúcar refinada que utilizas en la alimentación diaria de los niños, sino que debes priorizar el uso de productos naturales para que los pequeños diferencien mejor los sabores y las texturas.
“Con la pandemia y los periodos de aislamiento social, muchos hábitos alimenticios en el hogar sufrieron desajustes. En el caso de las niñas y niños, estos incluyeron el consumo de golosinas o alimentos preparados con azúcar refinada, por lo que ahora tienden a rechazar los alimentos que no hayan sido endulzados”, indicó la especialista.
¿Cómo disminuir la azúcar refinada en la alimentación diaria de los niños?
El Midis se encuentra implementando una estrategia para reducir progresivamente el consumo de azúcar refinada en los refrigerios de los niños de 6 a 36 meses, usuarias y usuarios de los centros infantiles de atención integral (CIAI) del Servicio de Cuidado Diurno de Cuna Más.
“Esta estrategia consiste en incorporar frutas de sabor dulce típicas de cada región para usar su dulzor natural y lograr que las niñas y niños usuarios las consuman. Del mismo modo, promovemos el consumo de agua hervida o agua segura (clorada) y de frutas enteras, antes que los refrescos o juegos procesados”, explicó Chamarro.