El lavavajillas continúa siendo uno de los electrodomésticos más utilizados dentro de la casa. Aunque no parezca, este aparato resulta más económico y ecológico, porque “cuando los lavamos a mano gastamos mucha más agua casi sin darnos cuenta y no conseguimos una higiene tan efectiva”, detalla el experto Josep Freixa.
Si bien hay trucos caseros para aprovechar al máximo los beneficios del lavaplatos, es importante evitar que algunos objetos ingresen en su interior, como los cubiertos o las sartenes antiadherentes. A continuación, te dejamos la lista completa.
Qué cosas no van en el lavavajillas
De acuerdo al informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los cuchillos con mango de madera o los tradicionales de acero nunca deben meterse en el friegaplatos. Este grupo también incluye a los objetos y cristalería de valor, sobre todo si es antigua. Por eso mismo, recomiendan lavarla a mano.
Tampoco las sartenes y ollas con recubrimiento antiadherente de teflón son aptas para el lavaplatos, ya que la capa puede dañarse por el detergente. En cuanto a las ollas a presión, aconsejan primero quitar las gomas y luego recién limpiarlas.
Por su parte, los platos de plástico, las tablas de cortar y los utensilios de madera no necesitan lavarse en la lavavajillas. Aunque la mayoría suele colocar frascos con etiquetas de papel en el lavavajillas, esto es un grave error.
Cómo evitar el mal olor en el lavavajillas
“Añade pieles de cítricos, como naranjas o limones, cuando laves los platos. Puedes meterlas en una bolsita o dejarlas en uno de los compartimentos de los cubiertos. Retira tras cada lavado. Añade media taza de bicarbonato sódico al fondo del lavavajillas: neutraliza los olores y no daña al lavaplatos”, explican desde Hogarmania.