El limón es un verdadero tesoro nutricional y curativo por excelencia, ya que elimina toxinas y aporta vitaminas. Originario del sudeste asiático, este alimento es rico en fibra y ayuda a fortalecer el sistema inmune. Más allá de esto, tiene muchos usos en la cocina de la casa.
El limón destaca por su alto contenido de vitamina C. Desde los Institutos Nacionales de Salud (NIH), parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, aseguran que la cantidad recomendada depende de la edad de cada persona.
Sin embargo, la entidad norteamericana menciona que la dosis promedio diaria de vitamina C es de 90 miligramos para los nombres y 75 miligramos para las mujeres. Ahora bien, ¿qué pasa si la ingesta supera esos valores por un consumo excesivo de limón?
Los peligros de consumir mucho limón
Aunque limón resulta muy saludable, tomar demasiado jugo de limón puede ocasionar alteraciones gastrointestinales (diarrea, náuseas y cólicos estomacales). En cuanto a la salud bucodental, abusar del limón suele provocar daños al esmalte dental.
“En las personas que padecen hemocromatosis, un trastorno que provoca una acumulación excesiva de hierro en el organismo, la vitamina C en dosis elevadas podría empeorar el exceso de hierro y dañar los tejidos del cuerpo”, precisan los Institutos Nacionales de Salud.
Tal y como recoge El Universal, según una investigación realizada en la Universidad Brown, los cítricos contienen psoralenos, una sustancia que aumenta la sensibilidad de la piel frente al sol. Por eso mismo, un consumo no moderado incrementa el riesgo de tener problemas en la piel.
El contenido proporcionado no pretende sustituir la consulta médica con un profesional. Si no está seguro de su condición médica o la de un miembro de su familia, consulte a un médico. De igual manera si presenta alguna reacción alérgica.