El clima de Marte alternó entre períodos secos y más húmedos, antes de secarse por completo hace unos 3.000 millones de años, según un estudio publicado en Geology sobre datos del rover Curiosity.
Las naves espaciales en órbita alrededor de Marte ya habían proporcionado pistas sobre la composición mineral de las laderas del Monte Sharp (oficialmente Aeolis Mons), una montaña de varios kilómetros de altura situada en el centro del cráter Gale. Pero ahora, el instrumento de observación del rover de la NASA, ChemCam, ha logrado realizar observaciones detalladas de los lechos sedimentarios de la superficie del planeta, revelando las condiciones en las que se formaron.
Subiendo por el terreno observado, que tiene varios cientos de metros de espesor, los tipos de lecho cambian radicalmente. Por encima de las arcillas depositadas por los lagos que forman la base del monte Sharp, las estructuras anchas y altas de los lechos cruzados son una señal de la migración de las dunas formadas por el viento durante un episodio climático largo y seco, según ha revelado la investigación dirigida por William Rapin, investigador del CNRS en el Institut de Recherche en Astrophysique et Planétologie (CNRS/Universidad de Toulouse III/CNES), en Francia.
Más arriba aún, los lechos delgados, que alternan fragilidad y resistencia, son típicos de los depósitos de las llanuras de inundación de los ríos, y marcan el regreso de condiciones más húmedas. Por tanto, es probable que el clima de Marte sufriera varias fluctuaciones a gran escala entre condiciones secas y entornos fluviales y lacustres, hasta que se impusieron las condiciones generalmente áridas que se observan hoy en día, explica el CNRS en un comunicado.
Durante su misión ampliada, está previsto que el rover ‘Curiosity’ escale las estribaciones del monte Sharp y perfore sus distintos lechos. Pondrá a prueba este modelo, caracterizará con más detalle la evolución del clima antiguo y posiblemente comprenderá el origen de estas grandes fluctuaciones.