La ausencia de una evidencia concluyente de civilizaciones extraterrestres (ET) avanzadas en nuestra galaxia capaces de comunicarse con nosotros puede tener una explicación geológica.
En un estudio publicado en Scientific Reports, el goecientífico de la Universidad de Texas en Dallas, Robert Stern, y el docyor Taras Gerya, profesor de ciencias de la Tierra en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich, proponen que la presencia de océanos y continentes, así como la tectónica de placas a largo plazo, en planetas con vida es esencial para la evolución de civilizaciones activas y comunicativas (ACC).
Los investigadores concluyen que la probable escasez de estos tres requisitos en los exoplanetas reduciría significativamente el número esperado de tales civilizaciones ET en la galaxia.
“La vida ha estado presente en la Tierra durante unos 4.000 millones de años, pero los organismos complejos como los animales no aparecieron hasta hace unos 600 millones de años, poco después de que comenzara el episodio moderno de la tectónica de placas”, dijo en un comunicado Stern, profesor de ciencias de sistemas terrestres sostenibles en la Escuela de Ciencias Naturales y Matemáticas. “La tectónica de placas realmente pone en marcha la máquina de la evolución, y creemos que entendemos por qué”.
En 1961, el astrónomo Dr. Frank Drake ideó una ecuación en la que se multiplican varios factores para estimar el número de civilizaciones inteligentes en nuestra galaxia capaces de hacer notar su presencia a los humanos:
- N = R* x fp x ne x fl x fi x fc x L
- N: El número de civilizaciones en la galaxia de la Vía Láctea cuyas emisiones electromagnéticas (ondas de radio, etc.) son detectables.
- R*: El número de estrellas formadas anualmente.
- fp: La fracción de esas estrellas con sistemas planetarios.
- ne: El número de planetas por sistema solar con un entorno adecuado para la vida.
- fl: La fracción de planetas aptos en los que realmente aparece la vida.
- fi: La fracción de planetas con vida en los que surge vida inteligente.
- fc: La fracción de civilizaciones que desarrollan una tecnología que produce señales detectables de su existencia.
- L: El tiempo promedio (años) que dichas civilizaciones producen dichas señales.
La asignación de valores a las siete variables ha sido un juego de adivinanzas bien fundamentado, que ha llevado a predicciones de que dichas civilizaciones deberían estar muy extendidas. Pero si eso es cierto, ¿por qué no hay evidencia concluyente de su existencia?
Esta contradicción se conoce como la paradoja de Fermi, llamada así por el físico nuclear y premio Nobel Dr. Enrico Fermi, quien informalmente planteó la pregunta a sus colegas.
Revisión de la Ecuación de Drake
En su estudio, Stern y Gerya proponen una revisión de la ecuación de Drake que define fi como el producto de dos términos: foc, la fracción de exoplanetas habitables con continentes y océanos significativos, y fpt, la fracción de planetas que han tenido tectónica de placas de larga duración.
Stern dijo que, basándose en su análisis, la fracción de exoplanetas con un volumen de agua óptimo es probablemente muy pequeña. Calculan que el valor de foc oscila entre 0,0002 y 0,01. De manera similar, el equipo concluyó que una tectónica de placas que dure más de 500 millones de años también es muy inusual, lo que lleva a una estimación de fpt de menos de 0,17.
“Cuando multiplicamos estos factores, obtenemos una estimación refinada de fi que es muy pequeña, entre 0,003% y 0,2%, en lugar de 100%”, dijo Stern. “Esto explica la extrema rareza de condiciones planetarias favorables para el desarrollo de vida inteligente en nuestra galaxia y resuelve la paradoja de Fermi”.