No solo los zumos de caja, sino el clásico zumo de naranja. Al licuar la fruta, perdemos su fibra. Además, los zumos concentran excesiva cantidad de azúcar, y al tomarlos de dos sorbos lo único que provocamos es un pico de glucosa en sangre. (Foto: Pexels)
La mermelada, al igual que los cereales industriales, galletas, bollería y muchos panes refinados, tiene una concentración de azúcar que suele superar con creces la recomendada por la OMS. (Foto: Pexels)
Son productos con un índice glucémico (la capacidad que tiene el cuerpo de absorber los carbohidratos) muy alto, lo que significa no solo que se activará la producción de insulina por parte del pancreas, sino que además tendremos hambre de nuevo enseguida. (Foto: Pexels)
Hay que evitar barritas de cereales y demás alimentos de la familia de los snacks dulces si deseamos desayunar de forma saludable. Tampoco son recomendables las hojuelas de maíz azucaradas. (Foto: Pexels)
Suelen contener una gran cantidad tanto de azúcar como de grasas saturadas y, aunque es conveniente incluir grasas en el desayuno, es preferible que sean insaturadas. (Foto: Pexels)
Una persona sana puede tomar entre 2-3 cafés al día, y es mejor acostumbrarse a tomarlos sin azúcar. Se trata de entrenar el paladar hasta que se acostumbre, ya que es muy probable que acabemos tomando azúcar oculto y superemos la cantidad recomendada por la OMS. (Foto: Pexels)