Hay quienes no conciben la idea de tomar desayuno sin tener una pieza de panadería en la mesa. Este es el caso del croissant, aclamado en las meriendas o brunch de fines de semana gracias a su crujiente textura, sabor a mantequilla y versatilidad, pues puede encontrarse en versiones dulces con chocolate, mermeladas o manjar blanco, y también combinarse muy bien con lo salado, con ingredientes como el jamón, queso, pollo, entre otros.
El sabor del también llamado ‘cachito de mantequilla’ es tan exquisito que incluso tiene su fecha especial, pues cada 30 de enero se celebra el Día Internacional del Croissant. Para que lo disfrutes como se debe o te animes a prepararlo en otra ocasión de enseñamos cómo hacerlo en casa para lograr una masa hojaldrada con el punto justo de crujiente en todas las capas.
Aquí te dejamos la receta y el paso a paso para prepararlo en casa a cargo del chef panadero de Puratos, David Vega.
Ingredientes:
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- 1kg de harina
- 10 gr mejorador S500 Sense
- 20 gr sal 100 gr de azúcar
- 550ml de agua
- 10 gr levadura OKEDO
- 50 gr manteca o mantequilla
- 10 ml Sunset Glaze
- Para empastar a la masa: 350 a 400 gr de mantequilla.
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Preparación:
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- Mezclar todos los ingredientes secos: harina, mejorador, levadura Okedo y azúcar. Agregar el agua y amasar hasta lograr una masa homogénea. Adicionar la manteca, y amasar hasta desarrollar la elasticidad deseada. Dejar reposar en frío por una hora.
- Luego estirar la masa en la mesa en forma rectangular, colocar la mantequilla y envolver. Realizar 3 dobles simples llevándolos al frío por 20 minutos.
- Finalmente estirar a un grosor de 3 a 5 milímetros dependiendo el tamaño del croissant y cortar en forma triangular, formar el croissant enrollando hacia dentro y colocar en latas.
- Llevar a fermentación hasta que duplique su volumen. Pintar con Sunset Glaze o huevo y hornear a 160 °C – 170 por 18 a 20 minutos dependiendo el tamaño de la pieza.
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El croissant es perfecto para acompañar el desayuno o la merienda, incluso puedes conservar su masa en el frío, solo debes envolverla en papel film transparente de cocina y prepararlos al día siguiente. Solo deberás repetir la operación de doblar y estirar dos veces más. Incluso, si ya tienen forma de croissant, envuélvelos en papel de horno y congélalos antes de que fermenten. Puedes conservarlos en un tupper o en una bolsa para congelados por si no deseas hornearlos en una sola tanda.