El desarrollo de negocios propios o emprendimientos ha tomado mayor fuerza durante estos últimos meses a causa de la pandemia por el coronavirus (COVID-19). Miles de jóvenes buscaron su camino de empleabilidad y se animaron a crear sus propios negocios. Sin embargo, para lograr que un emprendimiento crezca y perdure en el tiempo, se debe seguir un plan y hacer un estudio completo.
En tal sentido, Marco Vidal, director del HUB de Innovación y de la carrera de Marketing e Innovación de la UCAL, explica cómo ayudar desde las aulas para desarrollar un emprendimiento sostenible y con impacto social:
- Potenciar su espíritu emprendedor. Desarrolla el pensamiento crítico de tus estudiantes, para que puedan identificar las oportunidades de negocio, que además contribuyan a la atención de un problema real y a la sociedad.
- Desarrollar la creatividad. La metodología de enseñanza es vital para promover la creatividad. Por ello, es necesario emplear dinámicas que potencien el ingenio, la innovación, la creatividad, el conocimiento y las habilidades de los estudiantes.
- Crear espacios de emprendimiento. Los centros de estudios pueden desarrollar planes de un año para que trabajen ideas de negocio, brindándoles el asesoramiento profesional, así como espacios físicos para que se ejecuten el proyecto e incluso establecer oficinas.
- Elaborar plan de asesoramiento mensual. Los docentes cumplen un rol muy importante en este proceso, ya que son mentores que orientarán a sus estudiantes en el desarrollo de los proyectos y son quienes indican qué puntos se deben reforzar o cómo se puede sacar el máximo valor al emprendimiento.
- Crear equipos multidisciplinarios. El juntar a profesionales de distintos perfiles y académicos permitirá que, como equipo, se analicen las oportunidades de negocio y el impacto del proyecto. Además, cada integrante brindará aportes desde su área para potenciar el plan.