Redacción Mag

Las hermanas Diane Ward y Mary McLaughlin no sabían que existían. Sin embargo, ambas, que han vivido en diferentes países, crecieron buscando una conexión con su pasado y todo cambió: lograron reencontrarse después de 55 largos años. La maravillosa ya se y conmovió a más de uno en la .

Diane Ward es oriunda de Estados Unidos (EE.UU.), pero reside en el condado de Devon (Inglaterra). Antes del nacimiento de su hermana, ella fue dada en adopción y nunca supo mucho sobre su familia debido a la falta de registros.

Pasó su infancia en Michigan y, sin saberlo, a pocas cuadras de su antigua casa estaba Mary McLaughlin con su madre biológica que falleció de cáncer. Tras su muerte, la pequeña también ingresó a un servicio de adopción.

Un giro en sus vidas

Según detalló , les dijeron que eran hijas únicas, aunque ambas anhelaban conocer más sobre sus antepasados. Con esta incógnita sin resolver, Diane se mudó a la localidad de Uffculme (Reino Unido) luego de casarse, mientras que Mary formó una familia en la ciudad norteamericana de Paragould.

En el 2020, Diane decidió someterse a una prueba de ADN y le confirmaron que tenía un primo lejano. Cuando charló con él, recién descubrió que tenía una hermana. De inmediato, ella comenzó a investigar para ubicar el paradero de Mary. Después de realizar algunas consultas, la encontró y le mandó un mensaje de texto.

A partir de este primer contacto, tuvieron una videollamada por Zoom. La propia Diane reconoció que “fue amor a primera vista”. “Su esposo me escuchó del otro lado de la pantalla y señaló que éramos muy similares. Se volvió hacia ella y dijo: ‘Sí, esa es tu hermana’”, agregó la hermana mayor.

El esperado reencuentro

Luego de hablar por teléfono toda la semana, las mujeres finalmente se conocieron en persona por primera vez. Mary alquiló una casa de playa en Carolina del Norte para que el momento fuera inolvidable.

 Diane Ward y Mary se dieron un conmovedor abrazo cuando se vieron en persona. (Imagen captura: MyHeritage)
Diane Ward y Mary se dieron un conmovedor abrazo cuando se vieron en persona. (Imagen captura: MyHeritage)

“Cuando la vi llegar al aeropuerto donde fui a buscarla, no podía creer que ese momento fuera real. Estaba extremadamente conmocionada, pero con una seguridad total de que era mi hermana”, recordó McLaughlin de 55 años.


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