Las aspiradoras robóticas han revolucionado la limpieza doméstica ayudándonos a lidiar con la tediosa tarea de aspirar. Estos dispositivos inteligentes, equipados con sensores y conectividad a internet, mapean nuestros hogares y adaptan sus rutas de limpieza; sin embargo, detrás de su eficiencia se esconde un lado oscuro: la recopilación de datos personales.
María Aperador, experta en ciberseguridad, se volvió viral al alertar sobre los riesgos asociados a estos dispositivos. Según ella, las aspiradoras robot no solo crean mapas detallados de nuestros hogares, sino que también recopilan imágenes y videos que pueden ser enviados a servidores externos.
Esta información puede ser utilizada para entrenar modelos de inteligencia artificial, lo que genera serias preocupaciones sobre la privacidad debido a que los usuarios desconocen el tipo de material que es compartido.
La española destaca que “todos los dispositivos conectados a internet los carga el demonio”, ya que la información recopilada por estos aparatos puede caer en manos de cibercriminales con consecuencias imprevisibles.
En su video, Aperador se refirió al caso de una mujer cuya aspiradora Roomba filtró imágenes suyas mientras estaba en el baño. Posteriormente, el material llegó a internet.
¿Qué podemos hacer para proteger nuestra privacidad?
La experta recomienda revisar cuidadosamente la configuración de privacidad de la aplicación de tu aspiradora, desactivar el envío de datos innecesarios y limitar el acceso a tu ubicación.
Aperador también sugiere desactiva la integración con Alexa o Google Assistant si no la necesitas y desconectar el aparato del Wi-Fi si es que no es necesario.
Lo que debes saber sobre el uso de aspiradoras automáticas
Según el portal WeLiveSecurity, los riesgos para la privacidad asociados con las aspiradoras robóticas se centran en la recopilación y uso de los datos que estos dispositivos generan.
Estos robots recopilan una gran cantidad de información sobre nuestros hogares. Esto incluye mapas detallados de nuestras viviendas, información sobre la distribución de los muebles y objetos, y hasta datos sobre nuestros patrones de movimiento. Toda esta información puede ser utilizada para crear un perfil muy preciso de nuestros hábitos.
Además, estos dispositivos también pueden capturar imágenes y videos de nuestro hogar. Aunque esto puede ser útil para mejorar la navegación del robot, también plantea riesgos para nuestra privacidad. Si esta información cae en las manos equivocadas, podría ser utilizada para fines maliciosos.
Por último, la conectividad de estos dispositivos a internet los hace vulnerables a ataques cibernéticos. Los hackers podrían aprovechar vulnerabilidades en el software del robot o en la red doméstica para acceder a los datos y utilizarlos para sus propios fines.