Facebook | Son jóvenes, tienen sueldos desorbitados y aseguran que su virtud es tener buen ojo, contar con una red de ojeadores en lugares remotos y haberse subido a una ola, la de las apuestas deportivas, que está ahogando a miles pero que a ellos, los recomendadores de apuestas, los ha llevado a lo más alto.
A una cresta inimaginable para la mayoría de veinteañeros y que incluye ganar hasta 30.000 euros (cerca de 33.000 dólares) limpios al mes, gracias a las cuotas (de entre 30-35 euros) que cobran a los usuarios premium de su canal por recibir recomendaciones de tenis o fútbol.
"Hay mucha gente como nosotros que se dedica a esto, a recomendar apuestas, pero poca que tiene tanta repercusión como nosotros", cuenta a Efe Toni, creador del portal Apuesta Deportiva Diaria, quien asegura que en un mes bueno puede facturar hasta 60.000 euros (cerca de 66.000 dólares) con las cuotas de sus más de 2.000 clientes.
"Es un disparate", reconoce el joven, licenciado en Económicas, quien comenzó en esto como una afición y acabó dejando su trabajo para dedicarse por completo a ello.
La entrevista se produce en la ciudad china de Shanghái en el centro de tenis Qi Zhong, en pleno torneo Masters 1000, donde ha viajado con otros dos recomendadores de apuestas, Víctor Rodríguez y Alonso López.
En las próximas semanas viajarán a varios lugares de Asia para establecer contactos. "Es importante estar en el terreno, visitar lugares como Camboya o Tailandia y tener ojeadores en lugares remotos, estar donde las grandes casas de apuestas no están", cuenta Rodríguez, creador de Apuesta en Verde.
"El 95 % de la gente que apuesta pierde dinero porque apuesta sin sentido, a partidos de primera división, donde las casas de apuestas tienen mucha más información que tú. Donde puedes obtener beneficios es en un partido de Filipinas, en un partido de Indonesia", añade Toni.
Los tres están de acuerdo en hablar con Efe para ofrecer su versión sobre el tema que hoy en día está en boca de todos, las apuestas deportivas, por el preocupante aumento de casos de ludopatía, con perfiles cada vez más jóvenes.
En 2018 hubo más de 18.400 afectados, según datos de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados. ¿Se sienten ellos responsables o cómplices de ello? En absoluto.
"Entre nuestros usuarios habrá ludópatas, está claro, pero cuando un camarero vende alcohol en un bar también puede haber alcohólicos", se defiende Rodríguez.
Ellos son "educadores de apuestas" que ayudan a la gente a invertir bien su dinero, "como un broker de la bolsa", agrega el joven, quien asegura que ellos no incitan a apostar, pese a que reconoce que tienen acuerdos con casas de apuestas.
En opinión de López, creador del canal Apuestastics, aunque es obvio que en España "hay un problema" y que hay que controlar temas como la publicidad, "hay una imagen de que la persona que apuesta tiene problemas o va a acabar enganchándose, pero no tiene por qué ser así".
Durante la charla, los tres insisten en alejarse de todas las asociaciones negativas a este sector: las estafas, el amaño de partidos, las adicciones, el acoso a deportistas... "Nada de eso tiene que ver con nosotros", aseguran.
Surge la discordancia entre los tres cuando se pregunta si es justo que un joven, que en muchos casos no cuenta con estudios universitarios, llegue a ganar 30.000 euros al mes.
"Es justo porque tú te lo trabajas, estás 24/7 pegado a tu móvil. ¿Pero ético...? Te pongo el ejemplo de mi madre, que se levanta a las seis de la mañana a trabajar a una residencia y recibe una remuneración igual o inferior a mil euros", apunta López.
Él está estudiando magisterio porque no lo ve como algo para toda la vida, sino que "en cualquier momento se puede acabar".
En opinión de Rodríguez su salario es "totalmente justo" ya que "lo generas, lo ganas". "Es como los futbolistas, ¿por qué van a ganar poco si generan ese dinero".
A lo que Toni responde: "Si hemos tenido la inteligencia de aprovechar este momento, ¿por qué no va a ser ético?. Hay gente que no se arriesga y por tanto no puede llegar. Yo tenía un trabajo normal con un sueldo fijo y decidí arriesgarme. Podía haber seguido ahí toda la vida, pero decidí jugármela".
Paula Escalada Medrano / EFE