El reciente documental ‘Glaciares: fuentes de vida’, ganador del fondo económico ‘Voces por el Agua II’ y dirigido por el comunicador Jorge Pezantes, expone los dramáticos efectos de la deglaciación de los nevados debido al calentamiento global.
Según el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), para el año 2111 toda la Cordillera Blanca habrá desaparecido, ocasionando un colapso hídrico total y pérdidas económicas anuales de hasta 700 millones de dólares.
Los glaciares son la segunda fuente de agua dulce más importante en el Perú y pueden representar hasta el 91% del suministro hídrico durante la época seca. No obstante, Alejo Cochachin, coordinador de la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), sostiene que “se debe iniciar el trabajo de adaptación a un escenario sin glaciares” porque estos “van a desaparecer y progresivamente entregarán menos agua”.
Se calcula que el derretimiento glaciar ha formado 8350 lagunas en todo el territorio peruano. Esto supone un enorme peligro para las comunidades debido a la alta posibilidad de desastres naturales. Un ejemplo de esto es el desborde de la laguna Palcacocha, ocurrido el 13 de diciembre de 1941, que ocasionó la muerte de más de 4 mil personas en Huaraz, Áncash.
En el mundo solo el 3% del agua es dulce y, de ese porcentaje, más del 70% está concentrada en los glaciares. A pesar de eso, el Perú no cuenta con una ley especial de conservación que los proteja. El único país en América Latina que sí los considera como bienes jurídicos de protección específica es Argentina.