En un mundo más frenético y ocupado, hay pocos espacios para reflexionar sobre los temas nuestro día a día. Buscando ocupar este vacío entre “Mirada Púrpura”, un espacio digital semanal dirigido por Manuela Camacho y Silvana Cañote donde indagan en temas cotidianos como el amor, el sexo y la amistad bajo una mirada crítica.
El génesis del show se remontó a más de una década y media, cuando las conductoras se conocieron en el set del programa infantil “América Kids” en una amistad que perduraría el eventual fin del programa en 2012 y su elección de diferentes carreras - periodismo para Camacho y sociología para Cañote - para culminar en frecuentes y constructivas charlas en diversos cafés.
Con tres capítulos ya lanzados y más de una decena en camino para culminar su primera temporada, El Comercio conversó con las flamantes conductoras sobre el origen de este espacio digital, la razón de su nombre y lo que preparan para su futuro.
- ¿Cómo nació “Mirada púrpura”?
Manuela Camacho: Nosotras somos amigas de la infancia, nos conocimos en “América Kids”, y desde entonces mantuvimos un vínculo de amistad donde nos dimos cuenta de que teníamos una mirada crítica similar del mundo que nos rodeaba, cuestionando cosas de nuestro propio entorno como las amistades, carreras, trayectorias y más. De ahí surge la idea de trabajar un proyecto juntas, y aunque al inicio no estábamos muy seguras de qué formato íbamos a tener, sabíamos que queríamos trasladar a este show lo enriquecedor que encontraban nuestras conversaciones y convertirlas en un espacio en el que puedan participar más personas.
Silvana Cañote: Un poco en línea con lo que dijo Manu, considero que nuestras conversaciones no solo eran interesantes, al ser críticas y reflexivas, sino que también consistían de muchas anécdotas graciosas. Es así que con este show también queríamos resaltar que la introspección y el tener una mirada que cuestionadora no tiene que ser un ejercicio aburrido, ni algo que genere conflicto o esté necesariamente recluido al ámbito académico. El debate es sano y creo que el diálogo es un puente para aprender mucho junto a nuestros invitados.
- Es decir, que no hay que ser filósofo para cuestionar aspectos como la diversidad y la realidad de la televisión, lo que trataron en su primer capítulo de “América Kids”.
Manuela Camacho: En nuestras propias carreras, que tienen que ver mucho con cuestiones sociales, estas temáticas se plantean con frecuencia. Pero en realidad nuestra propuesta es que uno puede reflexionar sobre absolutamente todo lo que nos rodea sin tener que plantear una conversación en términos académicos puros y duros. Es así que el ejercicio que hemos hecho con respecto a mirar críticamente a un programa de televisión del que participamos nos permite partir de una experiencia nuestra para poder conectar con muchas personas y de lo que puede ser un tema ligero de conversación, surgen cuestionamientos más profundos como la hegemonía de los cuerpos en televisión, si existía cierto tipo de idealismo o un tema aspiracional en la industria, como ha variado el tema de los rostros que se ven en televisión, así como temas de género también.
Lo que queremos proponer es a través de conversaciones sencillas, darles contextos a temas que conversamos al día – los siguientes capítulos fueron sobre las primeras citas y las amistades entre mujeres – en invitar al público a deliberar sobre los mismos. Básicamente es como hacerle notar a las personas que generalmente todos tenemos resistencia a cuestionarnos, en parte como un mecanismo de autodefensa, e invitarlos a reflexionar sin que sea un ataque a lo que conocemos, sino como una invitación a ver un poquito más de lo que siempre nos ha parecido evidente.
-¿Cómo sus carreras de periodismo y sociología influyen en “Mirada Púrpura”?
Silvana Cañote: Pienso que son dos especialidades que terminan complementándose. Creo que justamente una de las bases de la sociología es poner un asunto a ser cuestionado y tener el comportamiento de las personas bajo la lupa. Por otro lado, uno de los vicios de la carrera es que los a veces nosotros estamos como mirando el mundo desde afuera y no nos reconocemos como parte del mismo. Pero en este espacio utilizo mis herramientas como socióloga no solamente para descomponer las variables sociales que componen las conductas de las personas, sino también intento posicionarme como una persona que comete errores, con defectos y virtudes, un ser social. Ese es el balance que intento llevar a “Mirada Púrpura”.
Manuela Camacho: Por mi lado, para mí ha sido muy enriquecedor ver cómo Silvana maneja conceptos con tanta naturalidad. Algo muy positivo que nuestras carreras tienen en común es el enfoque en las Ciencias Sociales y los Derechos Humanos, por lo que reflexionamos mucho sobre ello. Es importante también establecer que esto no viene de una superioridad académica o de intentar simplemente simplificar los conceptos para el público, sino de querer compartir como nuestras propias experiencias nos han permitido abrir los ojos a lo que ignorábamos.
- En un sentido, aprender enseñando.
Manuela Camacho: Literalmente. Una palabra muy importante para mí es desaprender, porque pienso que tampoco podemos ser tan críticos de todos nuestros comportamientos ni juzgarlos sin tener en cuenta que hemos sido construidos y hemos aprendido toda la vida de cierta manera y que recién en la adultez de repente decidimos cuestionarlos.
- ¿Es aquí donde entra el nombre “Mirada Púrpura”?
Manuela Camacho: El nombre viene justamente del libro “El diario violeta de Carlota” de Gemma Lienas y es un término que se asocia dentro de las Ciencias Sociales para mirar cosas con el enfoque de género. Nosotros tuvimos cuidado a la hora de verbalizar esto, porque no queríamos que se crea que es un espacio donde solamente se va a tratar este tema, aunque es uno que consideramos muy importante para nosotras más allá no solo por nuestras carreras, sino como mujeres que se cuestionan sobre lo que vivimos en nuestra sociedad.
Silvana Cañote: “Mirada Púrpura” es un nombre que puede reflejar lo que queríamos hacer, porque el tema de género queríamos tocarlo con mucho cuidado porque puede aludir muchas cosas. Pero sí, efectivamente, es un enfoque de género que toma en cuenta las desigualdades de todo tipo y que lo mira interseccionalmente. Además, creo que porque es un nombre poco común nos da la oportunidad de explicar su origen, del porqué queremos poner el mundo de color púrpura y empezar a verlo de otra forma, que es una oportunidad constantemente que tenemos en la que no necesitas estudiar nada para hacerte preguntas. Las preguntas están ahí y uno va viendo en la vida cómo obtiene las herramientas para poder responderlas.
- ¿Cómo es la elección de los temas?
Manuela Camacho: Inicialmente se nos ocurrió hacer los crossovers más extraños que se puedas pensar, apuntar tener a la mesa a personalidades que tú no te imaginas juntas conversando de temas que quizás no son lo que destacan necesariamente, sino que aportando desde lo que piensan del mundo. En cuestión a los temas, nosotras nos dijimos que tenemos que hablar inspiradas en nuestras propias vivencias, experiencias, y lo que hemos encontrado falta un poco ahondar.
Silvana Cañote: Durante mi época de estudiante, cuando salía de clase con mis compañeras siempre intentábamos reflexionar los temas tratados en la lección desde diferentes aristas, como si se tratara de una plastilina que podíamos moldear. Me pareció interesante de este ejercicio el no solo agarrar las lecciones con guantes académicos, sino que ponerlos en temas que nosotras mismas podemos experimentar.
- ¿La idea es siempre mantener el formato de tener dos invitados?
Manuela Camacho: Creo que el tener a cuatro cerebros pensando distinto sobre un mismo tema nos enriquece y de ahí surgen debates. De hecho, un comentario muy cierto que nos hicieron la semana pasada es que intentemos buscar invitados que no necesariamente piensen como nosotros, que para crear un espacio de diálogo, de debate y de conversación, lo ideal es buscar miradas diversas que no siempre estén de acuerdo. Es un ejercicio sano de cómo se hace ciudadanía, el permitirnos normalizar y conversar sobre temas que no estamos de acuerdo desde el respeto, la tolerancia y la variedad de ideas.
-Tengo que preguntar por las circunstancias. ¿Es “America Kids” el origen de “Mirada Púrpura”?
Silvana Cañote: No diría que es el origen de nuestro show, pero en mi caso diría que mi experiencia en “America Kids” fue el origen de hacerme muchas preguntas cuando era chica y que he pasado el resto de mi vida la forma de responderlas. Cuando eres niña, tienes mucha curiosidad del porqué el mundo funciona como funciona, del porqué yo estoy aquí y otras personas no, porque yo soy vista y otras personas no. Pero a esa edad, a pesar de tener la curiosidad, no tienes suficientes recursos para justamente entrar en el camino de la reflexión. Creo que por eso fue necesario que el primer episodio fuera sobre eso y si bien “América Kids” siempre va a ser un espacio muy querido y al que le tengo infinita gratitud, no puede ser una caja negra cerrada en la que no puedo decir absolutamente nada al respecto. Creo que nada en mi vida podría ser eso.
Manuela Camacho: Yo creo que el hacer una rememoración de “América Kids” era necesario por ser el origen de nuestro vínculo amical. Fue un ejercicio muy nostálgico, una crítica que se efectuó con mucho amor y respeto, y cuyo objetivo no ha sido transgredir un espacio al que tanto cariño le tiene la gente.
-¿Cuál es el futuro de “Mirada Púrpura”?
Manuela Camacho: Tenemos muchos invitados muy chéveres. Hoy tenemos a Milett Figueroa y Macla Yamada y de ahí se viene Emanuel Soriano, Andrés Salas, la cantante Marie. También vienen personas del mundo del TikTok y redes sociales, que hoy en día es una fuente de figuras públicas. Vienen una temporada de diversos personajes, nos encantaría tener un poco de todo y que todas las personas sepan que son bienvenidas en la mesa púrpura para plantear espacios.
- ¿Cómo califican “Mirada Púrpura”? ¿Es un podcast, un programa de YouTube?
Silvana Cañote: A Rodrigo, nuestro productor, se le ocurrió el término ‘showcast’ para describir el programa y ese encapsula nuestra idea: es hacer un pequeño show. Me puedo equivocar, pero siento que el espíritu del podcast está relacionado más al audio, y si bien se puede escuchar y entender perfectamente en Spotify, en nuestro caso buscamos algo más relacionado a la vista, con dinámicas visuales. Quizás funcionaría en la televisión, aunque de repente nos censurarían un poco, pero sí es mucho más para ser visto.
Manuela Camacho: Quizás porque vinimos del mundo televisivo, pensamos más en formato audiovisual en todo el sentido de la palabra, pero yo no creo que esté proyectado solo a eso. La plataforma principal a la que queremos apuntar es a crear a una comunidad digital.
“Mirada Púrpura” se estrena cada miércoles a las 7 p.m. en Spotify y en su canal de YouTube (youtube.com/@MiradaPurpura). La primera temporada consistirá en 16 capítulos que se transmitirán hasta diciembre.