El papel higiénico se acabó en varios supermercados ante el temor de desabastecimiento por el coronavirus Covid-19 (Foto: Violeta Ayasta/GEC).
El papel higiénico se acabó en varios supermercados ante el temor de desabastecimiento por el coronavirus Covid-19 (Foto: Violeta Ayasta/GEC).
Patricia Castañeda Alva

La semana pasada, muchas personas salieron a comprar decenas de rollos de papel higiénico. El fin de semana pasado, varias personas fueron a comprar productos de higiene y alimentos envasados, pero los adquirieron sin pensar en los demás. Las góndolas de las tiendas lucían vacías y no había jabón ni menestras para el resto. La mañana del martes, policías, médicos, periodistas y personas que tienen permitido trabajar, según el decreto supremo, tuvieron dificultades para llegar a sus centros de trabajo. Nuevamente, personas que no pensaron en el resto, continuaron con sus actividades normales. ¿Qué es lo que ocurre con ellas? ¿Podría ser la falta de empatía? Conversamos con especialistas sobre este tema.

La pregunta que dio origen a esta nota periodística fue: “¿podemos aprender a ser empáticos?” La psicóloga y psicoterapeuta Katherin León Olórtegui explica a El Comercio que la empatía es “la capacidad de comprender los sentimientos y emociones de la otra persona, fundamentada en el reconocimiento del/la otro/a como afín, como similar y que ello nos invite a tomar decisiones y acciones”. O sea, es “ponerse en los zapatos de la otra persona”.

Ser empáticos es ponernos imaginariamente en el lugar del otro superando así la individuación que nos separa y singulariza. “Trasciende nuestra singularidad mediante el pensamiento para darnos cuenta de que todos somos iguales en el hecho mismo de sentir. Esto es la empatía, importante para la existencia de la ética también”, indica León Olórtegui.

APRENDER A SER EMPÁTICOS

Claudia Tassara, psicoterapeuta y educadora, explica que la empatía es una habilidad con la que no nacemos, y que con el tiempo la vamos formando. “Es importante que desde niños aprendamos a ser empáticos. Existen ejercicios para lograrlo".

Todos podemos ser empáticos, a excepción de un grupo de personas que presentan trastornos psicológicos específicos. León Olórtegui indica que estos trastornos que impiden tener empatía hacia otro ser humano o animal son: trastorno límite de la personalidad (la persona suele tener inestabilidad emocional y poseen mayor dificultad para entender y predecir cómo se sienten los demás); trastorno narcisista de la personalidad (personas son egocéntricas, que presentan una preocupación extrema por ellas y pueden dejar a un lado a los demás) y la psicopatía (personas incapaces de adaptarse a las normas sociales, a las que les cuesta conectar con los demás).

El resto de personas, solo deben practicar o entrenar la empatía hasta lograr sentirla.

Vivimos en una sociedad individualizada, que suele preocuparse solo por ellos mismos, sin embargo, las tragedias que han ocurrido en nuestro país, han demostrado que el peruano puede ser empático. , se pusieron en el lugar de las víctimas y familiares y fueron a ayudarlos, entonces, ¿por qué vimos a muchos llevándose todos los productos de primera necesidad de los supermercados?

La violencia, la delincuencia, nos ha vuelto personas desconfiadas y en realidad es un mecanismo de defensa comprensible, es tener que vivir día a día con el miedo, a protegerte y a buscar salvaguardar a los/las tuyos/as, esto lleva a pensar en tu círculo más cercano como prioridad y esto invita al acaparamiento”, reflexiona León Olórtegui.

Para la especialista es importante que se sigan mostrando mensajes potentes como “si mi vecino está bien, yo voy a estar bien”. “Porque sabemos que el tiempo que venimos viviendo es un compromiso que necesita de todas y todos, que si la otra persona se enferma puede trasmitirme el virus, entonces aquí se debe reforzar: me cuido pero también debo cuidar a la otra persona”, añade.

Además, en muchos casos las personas que están realizando estas compras compulsivas lo hacen por miedo, por esa razón es importante ayudarlos a reflexionar y a que eviten estos pensamientos alarmistas. “De esta manera ayudaremos a que las personas logren reducir estos miedos y temores, y por ende no van a tener una conducta fuera de la realidad”, explica la psicoterapeuta Claudia Tassara. “Tendrán pensamientos reales y ya no solo los negativos”, complementa.

¿CÓMO LOGRARLO?

La psicóloga María Elena Salinas-Bohórquez recomienda que lo primero que debemos hacer para lograr ser empáticos es no juzgar a los demás. Como segundo paso es practicar la escucha activa, que se basa en “escuchar de manera solidaria, genuina y auténtica. Aprender a escuchar”, indica la especialista. El tercer paso es mostrar un genuino interés, actitud positiva y mente abierta. Además, es importante tomar conciencia de nuestra realidad y compararla con la de otros. “La empatía es una condición humana, y para eso debemos dejar nuestro lado egocéntrico para luego poder ver más allá y entender a los demás”, afirma.

Para que exista la empatía debe haber una conexión emocional seguida de comprensión y acción, que involucre un compromiso con las emociones de la otra persona. La psicóloga Katherin León Olórtegui coincide y añade que “es necesario entender y comprender las emociones en otro, es decir del concepto se busca pasar a la emoción y de esta a la acción. "Cuando concretas en acciones positivas por la otra persona es cuando se producirá la ‘magia’; es ahí cuando se empieza a sanar, sanar desde la otra”, comenta.

EMPATÍA Y SOLIDARIDAD NO SON LO MISMO

Según explica Carmen Bravo de Rueda, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma “uno puede ser empático y no solidario o viceversa”. La empatía “significa identificarse, sentir lo que el otro siente o entenderlo pero no ayudarlo, la solidaridad significa apoyar, ayudar, colaborar con la otra persona para que logre lo que desea”, complementa. “Uno puede ser solidario incluso con alguien que no conoce, ayudándolo a lograr algo que necesita en ese momento, como por ejemplo, recoger los paquetes que se le cayeron o ayudarlo a cruzar la pista”, agrega la psicóloga.

La psicóloga Carolina Martinez afirma que es esencial ser empáticos con el resto porque “no todos vivimos las mismas realidades o tenemos las mismas herramientas y experiencias”.

Es probable que para mí sea difícil entender algo que no atravieso y solo priorizo que mi zona de confort no se vea perjudicada. Es necesario reconocer nuestros privilegios y ser empática con realidades más vulnerables que la mía”, complementa.

Es importante que escuchemos, entendamos y veamos hasta que punto podemos aportar para solucionar el problema del resto, en este caso, el de otros peruanos, que como nosotros se encuentran en cuarentena. No compremos de más y seamos agradecidos de nuestros privilegios. Veamos esta crisis como una invitación a practicar la empatía y no perdamos la calma, que miles de profesionales de varios rubros están trabajando para que esto pase pronto.

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