Conocer de cerca el impacto que ha tenido Leer es Estar Adelante, programa de la Fundación BBVA creado para impulsar la comprensión lectora en niños entre 8 y 12 años, resulta inspirador. Para Nelson Alvarado, director de la organización, fue además la confirmación del papel vital que desde hace 50 años desempeña la fundación. Un caso puntual de la transformación que significa alentar la educación es la experiencia vivida por Luciana Tejada. A la edad de 10 años su escuela en San Juan de Lurigancho fue parte de este programa y con el paso del tiempo ella replicó lo aprendido en su comunidad utilizando el mismo libro que la ayudó a amar la lectura. Fue así que 60 niños de la iglesia evangélica a la que pertenece resultaron favorecidos con las técnicas que impulsan el desarrollo de las habilidades de lecto-escritura. “Durante la pandemia tuvimos la oportunidad de identificar a quienes habían sido parte del programa y una de ellas fue Luciana. Tenía mucho agradecimiento por lo aprendido y lo que pudo compartir con otros. Hoy, ella es enfermera y fue una de las personas que estuvo en la primera línea de defensa durante el Covid”, relata emocionado Alvarado.
"A pesar de todos los problemas y desastres hemos seguido trabajando por la educación y cultura de los niños cuando en situaciones de crisis lo primero que se corta es el apoyo a estos sectores. Eso es lo que más rescato, es uno de nuestros aprendizajes más valiosos y algo de lo que nos sentimos muy orgullosos”
En esa misma época se decidió digitalizar los libros de Leer es Estar Adelante y ponerlos a disposición de los docentes del ministerio de educación y alumnos. También se prepararon videos especiales para sumarlos al programa Aprendo en Casa del Minedu y se capacitó a los docentes en el manejo de la metodología impartida. Dieciséis años después de su creación, el programa bandera de la Fundación BBVA se dicta en escuelas públicas de Ayacucho, Huancavelica, Ica, Piura, Lima y Callao. Los beneficiados suman más de 130 mil niños a nivel nacional.
Promoción social y ambiental
Este no es el único programa que impulsa la fundación. Aunque desde su creación en 1973 -bajo el nombre de EduBanco- su principal interés ha sido la promoción de la lectura, en los últimos años su interés por otros aspectos sociales ha ido creciendo. Por ejemplo, Tu dinero, tu amigo y Finanzas como jugando apuntan a la necesaria educación financiera en tiempos difíciles, tanto para personas naturales como para pymes.
Pero hay más, dice el director de la institución de responsabilidad social. “Hemos ampliado el espectro a temas de sostenibilidad, estamos participando de la preservación de un número importante de hectáreas de bosques de selva amazónica en Madre de Dios. Trabajamos en iniciativas de innovación e investigación con el Instituto de Naturaleza Tierra y Energía de la Universidad Católica. También estamos con la asociación Arbio, así como con la facultad de bioingeniería médica de la Universidad Cayetanos Heredia promoviendo la investigación científica y tecnológica para mejorar la calidad de vida de las personas, siempre desde un punto de vista ambiental”. Por si fuera poco, junto a la Unesco se viene gestando el Concurso de Proyectos Educativos Innovadores para el Desarrollo Sostenible y se está apoyando de la mano de la Universidad Marcelino Champagnat la formación de maestros en la provincia de Marañón, Loreto, para que los profesores puedan brindar clases universitarias en sus lenguas originarias. El objetivo es “impulsar una visión más verde, más social e inclusiva”.
Para celebrar este primer medio siglo, durante este 2023 las actividades de la Fundación BBVA continuarán con más fuerza. A los renovados compromisos con la Feria del Libro de Lima, el Festival de Cine de Lima y la Campaña Ponle Corazón se suman la participación en los 20 años del Museo de Arte Precolombino, en Cusco, uno de los tres patrimonios monumentales que la fundación protege.
La reflexión final de Alvarado resume la impronta de la institución que dirige: “empezamos en pleno gobierno militar y pasamos por diferentes conflictos históricos y sociales que todos conocemos. Llegaron fenómenos del niño, una pandemia y hace poco un ciclón. Y a pesar de todos los problemas y desastres hemos seguido trabajando por la educación y cultura de los niños cuando en situaciones de crisis lo primero que se corta es precisamente el apoyo a estos sectores. Eso es lo que más rescato es uno de nuestros aprendizajes más valiosos y algo de lo que nos sentimos muy orgullosos”.
Solo en el 2022 fueron más de cuatro millones los beneficiarios directos de las acciones, tanto presenciales como virtuales, desarrolladas por la fundación.