Es payaso desde los 4 años, siguiendo los pasos de su padre. Actualmente, Christian Oré, el popular Canchita, tiene 32 años y ha recibido todas las aparatosas cachetadas del oficio. Sin embargo, ninguna tan brutal como la que le ha dado la pandemia. La Escuela Experimental de Payasos que dirige hace siete años es su fuente de ingresos: allí se forman los artistas que aplaudimos en las temporadas de circo o nos divierten en las animaciones de eventos. Sin embargo, con la distancia social, todo payaso vive entre paréntesis. Su familia, dedicada al circo en el norte, vive de la caridad del pueblo donde fijaron la carpa.
Su papá, Trompetín, vive con él en San Juan de Lurigancho. Siempre han trabajado juntos. La gente les dice que parecen siameses, pegados uno al otro. En sus rutinas, cuando Trompetín suelta una línea improvisada, Canchita al toque la capta, se la lee. “Yo me llamo Canchita porque papá me legó su nombre anterior cuando entró al sindicato de payasos. Fue una especie de herencia”, recuerda Oré. Sin embargo, su padre ha tenido que colgar los pantalones holgados por el momento, debe trabajar en una construcción, ayudando a su yerno.
Todo payaso sabe resistir los malos tiempos con una sonrisa. Oré buscó en su lista de contactos a sus colegas, clauns e improvisadores, y decidió llamarlos. Como en esa vieja rutina en la que de una destartalada y estrecha carcocha salen un tropel de narices rojas, igual fueron apareciendo figuras dispuestas a sumarse al proyecto de un festival cuya carpa tuviera una plataforma virtual. “Conversé con algunos amigos que les gustó la idea, ellos me recomendaron a otros, mis amigos llamaron a sus amigos, mis alumnos viajeros me presentaron a sus profesores extranjeros. Un poderoso magnetismo ha ido conectando a todos en el camino”, dice Oré.
El grupo de la Escuela Experimental de Payasos empezó a gestionarlo todo, a veces tropezándose con sus grandes zapatos. Buscaron la plataforma virtual más adecuada atendiendo al número de asistentes, y los objetivos del festival, pues no solo se trata de una pista para presentar espectáculos. “El festival tiene especialmente una dimensión pedagógica”, afirma Oré, convocando maestros en el arte del payaso para dictar cursos y conferencias. Buena parte de lo que recaude el festival ayudará a la comunidad circense afectada por el COVID-19.
“El festival ha generado también un trabajo a los artistas invitados, pues la pandemia ha golpeado a todo el mundo. Muchos de los maestros que estarán con nosotros nos cuentan que ellos también se han quedado en el aire”, explica Oré. El mismo David Larible, artista de circo italiano, llamado el mejor payaso del mundo, les comentaba a los organizadores que él se había quedado cuatro meses sin trabajo, algo que nunca le había pasado. “Si a una figura de los mejores circos del mundo le ha pasado eso, imagínate la situación de nuestros artistas”, nos dice el organizador del festival. “Esta es una oportunidad para ver la luz en medio de la oscuridad en la que nos encontramos”.
¿En plena crisis sanitaria, a qué aferrarnos para seguir riendo? Oré recuerda las palabras dichas por Larible: “Cuando las personas pasan por los momentos más terribles, es justamente allí en que el payaso tiene más razón de ser”. Para el artista limeño, esa es justamente la función de su gremio: aferrarse al amor por la vida, la de uno mismo y la de los demás. “Eso nos está enseñando esta cuarentena, saber convivir con amor con nuestra pareja, hijos y vecinos. Es la única forma para salvarnos”, dice Oré.
Un cartel que da risa
La Escuela Experimental de Payasos abrió un grupo privado en su página oficial de Facebook, bajo el nombre de Fipon: Festival Internacional de Payasos Online. En este grupo, una vez que el usuario se ha inscrito, la organización le dará el acceso a la transmisión de entrevistas, conversatorios, clases virtuales, talleres y espectáculos, grabados o en vivo. En ambos casos, siempre se prevé un diálogo con el artista finalizada la presentación.
La función empieza el domingo 26 con el testimonio del veronés David Larible, parte de la séptima generación de una mítica dinastía emparentada con Los Travaglia, el ‘clown de los clowns’ y quizás el payaso más famoso y copiado del mundo. También disertarán en la pantalla los maestros argentinos Chacovachi, quien hablará de su experiencia como payaso callejero; Jorge Costa, experto en humor físico; y Coco Kramer, quien ostenta el récord mundial Guinness de montar la bicicleta más pequeña del mundo. Asimismo, el belga Gromic hablará de la comedia visual; la peruana Marilú Pitilla aportará un análisis de la importancia de las mujeres en una escena tradicionalmente dominada por narices masculinas; la argentina Laura Silva nos recordará el vínculo de Shakespeare con el arte del payaso; y Álex Ticona, del imprescindible grupo local La Tropa del Eclipse, se pone serio en científica clase titulada “Pallazopotecuz”.
Entre los espectáculos online se presentarán los españoles Javi Javichi y Hernán Gené, el costarricense Pepe Picaporte, los mexicanos Chistirrines, el colombiano Chipilo y el chileno Valentín Flamini. Frente a ellos, vestirán la camiseta nacional los payasos Tegotín, Chuchurrito, Orlandito, Anónimus y Gestín. Rodrigo Alonso, mimo de la Escuela Superior de Arte Dramático, fusiona su disciplina con el clown y, como no podía faltar, Canchita y Trompetín, padre e hijo, sacan cara por la familia. Un aplauso para ellos.
Domingo 26
“Hablando de payasos”, charla de David Larible (Italia).
Espectáculo de Javi Javichi (España).
Ponencia: “El payaso callejero”, a cargo de Chacovachi (Argentina).
“Pasta e’ trapos”, espectáculo de Pepe Picaporte (Costa Rica).
“Reprises cortos de circo”, show de los payasos
Canchita y Trompetín (Perú).
Lunes 27
“Tegotín y sus travesuras”, a cargo de Tegotín (Perú).
“Las aventuras de Chuchurrito”, a cargo de Chuchurrito (Perú).
“Los Chistirrines” (México).
“Acto 6”, espectáculo de Chipilo (Colombia).
“Mimo Clown” con Rodrigo Alonso (Perú).
Martes 28
Clase maestra: “El humor físico”, a cargo de Jorge Costa (Argentina).
Ponencia: “La importancia de la mujer en el payaso”, por Marilú Pitilla (Perú).
Ponencia: “Shakespeare y el payaso”, por Laura Silva (Argentina).
Miércoles 29
Espectáculo de Orlandito (Perú).
Clase maestra de Álex Ticona: “Pallazopotecuz” (Perú).
Ponencia: “La evolución del payaso”, a cargo de Coco Kramer (Argentina).
Jueves 30
Ponencia: “Comedia visual”, a cargo de Gromic (Bélgica).
Espectáculo: “El mundo de Burton” con Hernán Gené (España).
Viernes 31
Clase maestra: “El clown y las nuevas dramaturgias”. Diserta Hernán Gené (España).
Espectáculo: Trío Flamini, a cargo de Valentín Flamini (Chile).
Costo de inscripción: S/100. Más información en la cuenta de Facebook del festival Fipon.
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Payasos se reinventan para sobrevivir en tiempos de pandemia
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