MARILIA PASTOR
Bienvenidos una vez más a Saint-Tropez. Abran bien los ojos, pues han llegado a un mundo de ilusiones y glamour: La Cage aux Folles. Con más luces, más plumas y más coreografías, Juan Carlos Fisher monta, por segunda vez, el musical “La jaula de las locas” que se estrena mañana en el Teatro Peruano Japonés.
Para el director, ha sido una oportunidad para estudiar con distancia el montaje, del 2010, y realizar algunos cambios. “Estamos haciendo una versión remozada”, comparte Juan Carlos y empieza a enumerar los cambios efectuados: una nueva coreografía a cargo de Vania Masías, una escenografía realizada por Mari Cooper, otro vestuario de Sitka Semsch, además de nuevos rostros en el elenco.
Pero el tema central, en tiempos de la discusión por la unión civil, sigue siendo el mismo: los lazos familiares y el quererse como uno es. “Hace cuatro años, creo que la gente vino esperando ver solo un vacilón y se encontraron con una hermosa historia sobre el valor de la familia y el aceptarse a uno mismo. Temas con los que todos nos relacionamos”, indica el director que nos presenta los embrollos de una familia que podría ser la de cualquiera.
Ellos son Georges (Diego Bertie) y Albin (Carlos Carlín), una pareja homosexual dueña de un club nocturno, que recibe la visita de su hijo Jean Michelle (Bruno Ascenzo). Él les anuncia su compromiso con Anne (María Grazia Gamarra), hija de los conservadores Dindon (Carlos Cano y Elena Romero), por lo que básicamente les pide a sus padres regresar al clóset.
“Al final, todos toman conciencia de que lo que consideraban normal no lo era porque esta familia disfuncional se vuelve la que tiene los valores más claros”, apunta Juan Carlos a quien le encantaría que, en 10 años, la controversia por ver a una pareja homosexual sea visto como algo pasado de moda.
Una de las condiciones para volver a montar “La jaula...” era tener a Bertie y Carlín en los roles principales.
“Reponer la obra sin ellos era impensable”, recalca el director que llamó nuevamente a Gianella Neyra y Rómulo Assereto, entre otros actores, a su elenco.
VIEJOS Y NUEVOS AMIGOS
Los silbidos de sus compañeros acompañan a Gianella en cuanto sube al escenario. Carlos Cano le da indicaciones a su ‘hija’ María Grazia al momento de tomar la foto. “La jaula de las locas” mezcla actores que formaron parte del elenco, en el 2010, y nuevos rostros.
Uno de ellos es María Grazia, que llega a los ensayos previos al estreno después de grabar “Mi amor, el wachimán 3”. “Lo que más me gusta es combinar las tres cosas: baile, canto y actuación. Más me inclino por los dos últimos. El baile me cuesta un montón”, confiesa la joven que interpreta a la dulce Anne.
Envuelta en plumas y lentejuelas, Gianella está encantada de volver a dar vida a Jacqueline, la desenfadada amiga de Georges y Albin. “Para mí es catártico venir y que me carguen por los aires, ponerme encima las plumas, es como jugar a ser vedette. La vedette que toda mujer lleva dentro”, dice divertida Gianella que divide su tiempo entre el teatro, las grabaciones de “Al fondo hay sitio” y su hijo Salvador.
Para Carlín, el éxito del musical se debe a que se centra en la familia. Él cree que se podría cambiar su personaje por una mujer de raza negra que se presenta ante una familia racista y produciría el mismo efecto.
“Garantizamos que el público verá a una familia con problemas como cualquier otra. Pueden venir intolerantes y tolerantes que aquí los recibimos con mucho amor”, se despide, sonriente, el actor.
MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Teatro Peruano Japonés (Av. Gregorio Escobedo 803, Jesús María)
Funciones: De jueves a lunes 8 p.m.
Entradas: Teletciket. Desde 30 nuevos soles.