No hay quinto malo. Con la totalidad de su taquilla vendida, la quinta edición del festival Vivo X el Rock se convirtió en uno de los conciertos más multitudinarios y explosivos del año al reunir a 50 mil almas en el Estadio Nacional y, de paso, reafirmar que el género sigue vigente y más vivo que nunca.
Doce bandas nacionales alimentaron el hambre por acordes de guitarras y bajos que los espectadores reclamaban desde antes de la una de la tarde, hora en la que arrancó el primer concierto con Asmereir.
A su turno desfilaron las reconocidas bandas Los Mojarras, Trémolo, Difonía, 6 Voltios, Zen, Futuro Incierto, Río, Leuzemia, Amén, Líbido y Mar de Copas, las mismas que, en una maratónica sesión, desfilaron una a una por los dos escenarios que (casi) encendían y apagaban sus luces uno inmediatamente del otro.
Avanzada la noche, las potentes baterías no dejaron de retumbar ni dieron tregua luego de la aparición de Don Tetto, la primera agrupación internacional que pisó el escenario después de las seis de la tarde. La exigencia ni siquiera disminuyó con la aparición de la californiana P.O.D. que avivó el ‘pogo’ con sus emblemáticas “Youth of the nation” y “Alive”. “Gracias amigos”, se animó a decir en español el vocalista de la banda Sonny Sandoval, en su segundo concierto en Lima.
Los cuerpos de los asistentes no cesaron de moverse ante el contagiante ritmo de Los Auténticos Decadentes, la banda que los sucedió. Con un estentóreo “Muy buenas noches Lima”, la agrupación musical abrió su presentación y su éxito “Cómo me voy a olvidar” detonó la fiesta en el Nacional.
La cuota romántica llegó con “Bésandote”, de Diego Demarco. Pero Lima rugía por más baile y fue con “El Murguero” que Los Auténticos Decadentes se metieron a la audiencia al bolsillo. Ya para eso, “Un osito de peluche de Taiwán” y “Loco” se convirtieron en las canciones más coreadas (y grabadas) por los espectadores. El ánimo se avivó para “La Guitarra” y “El francés” cambió su atuendo para cargar en la espalda una mochila llena de agua, que roció a los asistentes en el clímax de la presentación.
Con “Promesas/Decepciones”, la banda mexicana Pxndx se presentó ante la audiencia, que se recuperaba de la comparsa argentina. “Cita en el quirófano”, Procedimientos para llegar a un común acuerdo”, “So violento so macabro” fueron las canciones con las que la banda se esforzó por conquistar al público. “[...] Pase lo que pase no nos olviden nunca”, exclamó el líder de la banda José Madero, luego de “Narcicista por excelencia” y antes de cerrar con “Disculpa los malos pensamientos”, una de las más coreadas de la noche. A esas alturas, la banda agradeció por la bandera peruana que el club de fans les hizo llegar durante el concierto.
Tras la cuota de canciones de desamor cerrada con la participación de Pxndx, los asistentes querían gozar el resto de la noche. Fue ahí que Vilma Palma e Vampiros avivó las voces de los asistentes con “Me vuelvo loco por vos”, “Adonde vas”y “Ella era un travesti”. Ante la respuesta del público, el líder de la banda Mario Gómez agradeció a los organizadores por la invitación y al público por su cariño en los 25 años de vigencia de la agrupación. “Los queremos mucho. Muchísimo”, dijo emocionado. A su conocido repertorio se sumaron “El extraño de pelo largo”, “Lamento boliviano” y “De música ligera”, canción con la que cerraron su enérgica (e inolvidable) presentación.
La posta la retomó Mägo de Oz, la banda española de metal sinfónico que volvía al escenario limeño luego de varios años de espera. “Esperemos que esta noche todos y cada uno de vosotros sea un mago más”, exclamó el vocalista Javier Domínguez “Zeta”, quien pedía a los asistentes saltar con sus canciones. “Lima, ¿Estáis ahí?” retó varias veces.
Fue con “La rosa de los vientos” y “Fiesta pagana”, canciones símbolo de la legendaria agrupación, que el estadio recobró movimiento y desafió a su cuerpo por más música.
El furor y la potencia de los españoles contrastó con la onda más electro de los chilenos de “La Ley”. Con “Animal”, Beto Cuevas inició la presentación y casi sin descanso tocó “Hombre”, “Tejedores de ilusión”, “Prisioneros de la piel”, “Doble opuesto”, “Cielo market” y “Paraíso”, canciones símbolo de su extensa discografía. Sin duda, “Aquí” fue la más ovacionada, seguida de “Día cero” y “Mentira”. Antes de esa canción, Beto Cuevas aprovechó para hacer un alto y saludar al país y mostrar su interés por la inseguridad que se vive en nuestra patria. “[Se puede] combatir esa mala onda con mucho corazón y compartiendo ese sentimiento se puede lograr todo; yo lo sé, se los digo por experiencia. Así que fuerza Perú, mucha fuerza”, indicó.
Ya con dificultades técnicas (que retrasaron en 10 minutos la presentación) el power mexicano de Molotov cerró la velada de 13 horas continuas de rock. Luego de lanzar polos de la banda a los asistentes, “Amateur” y “Chinga tu madre” fueron el fondo musical para el ‘pogo’ intenso con el que los asistentes respondieron a la agrupación. Del disco Agua maldita, Molotov trajó “Lagunas mentales, “La raza es la pura raza” y “Fuga”. Pero sin duda, Gimme the power”, “Frijolero” y “Hit me” fueron las más coreadas por los asistentes.