The Cure, con su emblemático líder y vocalista Robert Smith, ofreció un concierto de 29 canciones y más de 2 horas y media de duración. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)
The Cure, con su emblemático líder y vocalista Robert Smith, ofreció un concierto de 29 canciones y más de 2 horas y media de duración. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)

Es interesante reencontrarse con una banda 10 años después. Ni 9 ni 11. 10 años después. Porque es el lapso justo, la década redonda que permite establecer comparaciones, evaluar el tiempo transcurrido, hacer balances quizá subjetivos o arbitrarios, pero balances al fin. ¿En qué ha cambiado el The Cure que vimos en el Estadio Nacional en abril del 2013, y que volvimos a ver anoche, en el Estadio de San Marcos?

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O quizá sea mejor preguntarse ¿en qué hemos cambiado nosotros? Porque, para empezar, el concierto del último miércoles tuvo mucho menos público que el anterior. La cancha sanmarquina quedó grande para la cantidad de boletos vendidos, y las tribunas mostraron huecos que saltaban a la vista. Podríamos decir que tiene que ver con una cuestión generacional (los menores de 30 años escaseaban), pero también con la realidad de un país que en 10 años ha perdido mucha de su fibra conciertera: con una pandemia y una recesión económica mediantes, el impacto se deja sentir en espectáculos así.

La fanaticada peruana de The Cure se hizo sentir en el Estadio de San Marcos. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)
La fanaticada peruana de The Cure se hizo sentir en el Estadio de San Marcos. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)

Está claro, entonces, que nosotros hemos cambiado, y mucho. Y es cierto que The Cure también. De las 41 canciones que tocaron en el 2013, pasaron a 29 en esta segunda presentación en Lima. La diferencia es considerable, pero tampoco hay que pecar de avaricia: que una banda ejecute casi 30 temas en 2 horas y media de inagotable entrega sigue siendo un show descomunal. Y eso es lo que ofrecieron Robert Smith y compañía.

Con puntualidad británica, treparon al escenario a las 8:30 de la noche, antecedidos por una atmósfera de tormenta que se dejaba oír por los parlantes de San Marcos. Smith apareció con la pinta de siempre, mirando a su público con expresión disociada pero dulce a la vez. Como si se tratara del mismo muchachito ‘dark’ y perturbado de hace cuatro décadas.

Robert Smith, vocalista de The Cure, lució una voz impecable y su a veces poco valorada habilidad con la guitarra. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)
Robert Smith, vocalista de The Cure, lució una voz impecable y su a veces poco valorada habilidad con la guitarra. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)

El concierto arrancó con “Alone”, uno de los temas más recientes de la banda: declaración de principios de un grupo que se resiste a vivir solamente de la nostalgia por el pasado. Seguirían con “Pictures of You” y “High”, mucho más amigables con el público. Y así iría discurriendo la noche, con tramos bien definidos: algunos cargados de ‘hits’ reconocibles, y otros más bien dedicados a canciones nuevas o joyas menos conocidas de su discografía.

La secuencia conformada por “Push”, “In Between Days” y “Just Like Heaven”, por ejemplo, movió lo justo a una asistencia no necesariamente muy animada (tampoco hay que pedirles demasiado entusiasmo a estos viejos niños góticos). Y más energética fue la tanda final del show, que encarriló éxitos sin pierde como “Lullaby”, “The Walk”, “Friday I’m in Love”, “Close to Me”, “Why Can’t I Be You?” y “Boys Don’t Cry”, la encargada de cerrar la noche por todo lo alto.

El concierto de The Cure en el Estadio de San Marcos ofreció momentos sumamente emotivos. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)
El concierto de The Cure en el Estadio de San Marcos ofreció momentos sumamente emotivos. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)

Otros puntos fuertes: la emotiva “Lovesong” y la intensa “Fascination Street”, el tándem entre “Play for Today” y “A Forest”, o el miniset compuesto por “Plainsong” y “Disintegration”, sacadas del que quizá sea el mejor de sus discos de estudio. Más interesante aún fue la inclusión de algunos temas que no habían presentado en su anterior paso por el Perú: la oscurísima belleza de “At Night”, “Shake Dog Shake” con su peculiar agitación, o la espléndida “Kyoto Song”, no muy habitual en sus conciertos, y por eso un regalo privilegiado para los fans limeños más leales.

Sobre la voz de Smith no hay nada que objetar: impecable y clara como una noche de luna. Y aunque el trajín físico no ha tenido piedad con él, también es verdad que, frente a los ojos de quienes crecimos admirándolo con introvertida ternura, todavía aparecen ráfagas de su lozana y despeinada juventud: en cierto ángulo de su rostro envuelto entre humos, en algún gesto ladeado y transfigurado por delineador y labial.

De esos instantes fugaces también estuvo hecho este concierto. El segundo y muy probablemente último de una banda que nos enseñó a ser felices en el aislamiento y la penumbra.

The Cure en Lima. Esta es la segunda presentación de la banda británica en la capital. La primera fue en el 2013. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)
The Cure en Lima. Esta es la segunda presentación de la banda británica en la capital. La primera fue en el 2013. (Fotos: Jorge Luis Cerdán/GEC)
El setlist
The Cure en Lima | 22 de noviembre del 2023

1. Alone

2. Pictures of You

3. High

4. A Night Like This

5. Lovesong

6. And Nothing Is Forever

7. Burn

8. Fascination Street

9. Kyoto Song

10. Push

11. In Between Days

12. Just Like Heaven

13. At Night

14. Play for Today

15. A Forest

16. Shake Dog Shake

17. From the Edge of the Deep Green Sea

18. Endsong


Encore 1

19. It Can Never Be the Same

20. Want

21. Charlotte Sometimes

22. Plainsong

23. Disintegration


Encore 2:

24. Lullaby

25. The Walk

26. Friday I'm in Love

27. Close to Me

28. Why Can't I Be You?

29. Boys Don't Cry

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