El concierto de Sam Smith en Lima comenzó con “Stay With Me”, el tema que dio a conocer su nombre a nivel mundial y que, tan solo hasta hace unos años atrás, hubiera sido el elegido para cerrar el show, pero que ahora, en el 2024, representa una época pasada, muy lejana de lo que es hoy su intérprete. Y es que la estrella inglesa llegó por primera vez al Perú con la gira de “Gloria”, un álbum que ha sido una transición completa al artista que aspiraba a ser desde que presentó una apuesta diferente en “How Do You Sleep?” (2019): algo más que un intérprete, un performer que puede cantar, bailar y utilizar todos los recursos que tenga a su alcance para impactar ―y cómo no, provocar― al público. Y así lo hizo.
El show estuvo dividido en tres tiempos y un preludio. Esa obertura sirvió para la nostalgia, para recordar los temas de “In The Lonely Hour”, cuando recibía etiquetas como la de ‘crooner’ y sus shows en vivo consistían en una postura estática y sobria, que hoy describe como contenida, porque en sus inicios tenía miedo de ser vulnerable, mostrarse tal y como es; como artista joven, no quería incomodar. Pero ahora salió con un sastre negro diseñado por Vivienne Westwood y unas plataformas que le hacían verse gigante al cantar, eso sí, con un poco de esa aura serena de su álbum debut, para luego, en el tercer tema, “Too Good at Goodbyes”, introducirnos a ese mundo nuevo en el que hoy abraza su principal virtud: la libertad.
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Con una pequeña variante en el sastre, Sam, viéndose ya menos formal en el escenario, dirigió sus primeras palabras al público: “Nos tomó mucho tiempo venir hasta aquí, pero les prometo que ahora que hemos llegado volveremos todo lo que podamos”. Y luego procedió a explicar lo quería transmitir en los cerca de 90 minutos que estuvo sobre el escenario: “Necesito que sepan que este show es sobre libertad. Sean libres de bailar, de divertirse y de ser quienes son. Así que hoy nos la pasaremos bien. ¡Beban agua y hagan amigos”, dijo.
Y lo de beber agua y hacer amigos era en serio, porque durante el resto del show, el setlist fue pensado para pasar del baile desenfrenado a llorar las penas de amor con quien se tuviera al lado. En el segundo acto del espectáculo, marcado por temas muy ‘dance’ como “How Do You Sleep?” y “Dancing With a Stranger”, el cuerpo de baile de Smith se perdió en un desenfreno que hizo que una templada velada de miércoles pareciera un viernes por la noche. Pero luego el ambiente se transformó por completo para “I’m Kissing You”.
Todas las personas que estuvieron sobre el escenario acompañando a Smith fueron su complemento perfecto. No sorprende que Sam haya reclutado a muchos de los componentes de este tour en base a la admiración. LaDonna Harley-Peters, una de las 3 voces que forman parte de los coros de la gira de Gloria, se unió para un dueto conmovedor durante “Lay Me Down” y el guitarrista Ben Totten tuvo espacio para varios solos, mientras que el artista no binario Jeffrey C. Williams cobró protagonismo durante “I’m Not Here To Make Friends”.
Pero hubo otro factor importante durante todo el concierto: el público. Aunque el aforo fue reducido (entre 6 mil personas), los presentes demostraron ser verdaderos admiradores de Smith: todos los temas del repertorio de la estrella fueron coreados; desde los temas de su primer álbum hasta los de “Gloria”. “Estas presentaciones son muy importantes para mí y lo saben quienes me vienen acompañando en esto desde que empecé. Este año se cumplen 10 años de mi primer disco y esta es la primera vez que celebro un décimo aniversario de algo en mi vida”, comentó Sam para destacar ese compromiso real que tiene con su audiencia, un nexo que trasciende incluso lo que ha podido establecer en su vida debajo de los escenarios.
“Me gusta mucho su energía”, dijo Smith en otro momento. Y por ratos era difícil distinguir lo que decía entre los cánticos de la gente.
Si bien la distribución que se dispuso en el Estadio Nacional fue inusual ―y motivó comentarios en las redes sociales (entre ellos, por supuesto, varios negativos)―, finalmente el espectáculo se pudo disfrutar de una manera diferente. El escenario estuvo muy cerca de todos y el sonido resultó envolvente para una experiencia bastante completa para la mayoría. Y en el tercer y último acto esto fue muy importante.
Para el cierre del concierto, Sam Smith dispuso de toda la artillería pesada: músicos, bailarines, vestuario y su impecable voz. Hicieron una transición electrónica con “I Feel Love”, el cover de esa canción de Donna Summer que también ha tomado Beyoncé para “Renaissance”, para pavimentar el camino hacía ese lugar indescriptible en el pedestal de la música popular que tiene “Unholy”, un tema que ha sido un antes y un después para Smith. Una canción que es una fiesta, pero también un lugar oscuro; un hit y una provocación, todo lo que está bien en el universo del pop.
Tomando como referencia el camino de muchos de sus ídolos ―desde Madonna (cabe destacar que la Reina del Pop mezcla “Unholy” con “Like a Prayer” en su más reciente gira) hasta Freddie Mercury― Sam Smith ha dicho que con esta gira ha ido convirtiéndose en el artista de sus sueños. Pero habría que agregarle que también se ha convertido en ese artista que muchos soñamos con ver, con ese nivel de propuesta, en vivo.
Este fue el setlist del concierto de Sam Smith en Lima:
- Stay With Me
- I’m Not the Only One
- Like I Can
- Too Good at Goodbyes
- Diamonds
- How Do You Sleep?
- Dancing With a Stranger
- I’m Kissing You
- Lay Me Down
- Gimme
- Lose You
- Promises
- I’m Not Here to Make Friends
- Latch
- I Feel Love
- Gloria
- Unholy
El artista nacional Adrián Bello fue elegido para telonear el espectáculo de Sam Smith en Lima. El cantautor apareció en escena a las 8 p.m. y ofreció un set impecable. Acompañado solo de un músico de apoyo (que pasó del bajo a la guitarra acústica) y algunos instrumentos y voces pregrabados, el artista hizo un repaso por algunos de sus más recientes temas, como “Las cosas simples”, “Otros ritmos” y “Volver atrás”, conectando muy bien con el público y demostrando que los artistas nacionales también pueden brillar en grandes escenarios.