Fue un miércoles 31 en el que Lucha Reyes partió a la eternidad para hacer de su voz una leyenda. La Morena de Oro del Perú quedó inmortalizada en canciones como Regresa o Mi propiedad privada, que se cantan hasta las lágrimas en nuestros días. En Huellas Digitales hacemos un homenaje a la mujer de cuerpo frágil y potente voz a 40 años de su muerte.
Regresa. Regresa clamaban quienes la lloraron en El sentir de los barrios y durante las tres horas que duró la fúnebre caminata que iba desde la Iglesia San Francisco hasta el cementerio El Ángel. Regresa. Pero aquella negra de oro, de grandiosa voz y cuerpo endeble había partido la mañana del 31 de octubre de 1973, como para hacerle justicia al Día de la Canción Criolla.
Lucila Justina Reyes Sarcines, Lucha Reyes para la gente, había demostrado a los 37 años que la vida difícil que tuvo no fue un impedimento para llegar alcanzar el éxito. Una infancia complicada, que la llevó a vivir a los 8 años en un convento franciscano; un matrimonio con un guardia civil, que se acabó a causa de la violencia. Sus dos hijos aunque la leyenda popular habla de la existencia de un tercero, sus múltiples trabajos y la enfermedad.
LA FLOR MORENA DE LIMA Lucha Reyes participó del programa radial ‘El sentir de los barrios’, que tenía un local en el jirón Angaraes, a mediados de la década de 1950. De ahí, tras una breve pausa por problemas de salud, debutaría en 1960 en el Teatro Pizarro, de la plaza Italia, en Barrios Altos.
Su melodiosa voz y su destacada interpretación hicieron que Gonzalo Toledo, administrador de la Peña Ferrando, la convocara al grupo artístico. Es ahí donde domina la imitación con la caracterización de personajes como Celia Cruz y Toña La Negra, su voz sería identificada rápidamente por el público.
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