La noche del 14 de noviembre del 2019 será recordada por el triunfo de dos peruanos que dejaron muy en alto nuestro país al ser ganadores en la ceremonia más importante de la música, los Grammy Latinos: Tony Succar (Mejor productor musical del año y Mejor álbum de salsa) y Kike Purizaga (Mejor álbum tropical).
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La carrera artística de Tonny Succar es por demás conocida pero el nombre de Kike Purizaga quizás no es muy familiar para muchos; sin embargo, este piurano es un maestro de la música con una extensa trayectoria que ha desarrollado en el Perú, Colombia y Estados Unidos. Un peruano con voz humilde y enorme talento, que lo ha llevado a sostener su segundo Grammy Latino.
El Comercio conversó, con Kike Purizaga para que nos dé sus impresiones sobre lo que siente tras haber obtenido su segundo galardón y esto fue lo que nos dijo:
¿Todavía muy emocionado por el gran momento que vivió anoche?
Ha sido un día maravilloso, una noche que atesoraré y guardaré en mi corazón, pues considero importante disfrutar de cada momento. Ayer estábamos muy ansiosos por conocer el dictamen final, pero al escuchar que ganamos fue una cosa increíble. Pienso que la disciplina hace la diferencia. En mi caso, también he tenido mucha paciencia y preparación.
El disco ‘Big Band’ fue elegido como mejor álbum tropical…
Sí, porque es un disco que se ha hecho con mucho cariño, desde las primeras reuniones con Sony, se pensó en que fuera muy orgánico. Se grabó en vivo en tres teatros importantes de Colombia. Trabajar con Andrés (Cepeda), también ha sido muy bonito porque es un artista muy perfeccionista y dedicado.
Sin embargo, este es el segundo Grammy para usted…
Claro, pero este disco lo siento 100% mío y es especial. Ha sido una gran responsabilidad y compromiso para mí que me encarguen realizar este proyecto y hacerlo en la forma en que se grababa en los setenta: en vivo. Ha sido un reto como músico, y creo que se ha logrado un buen producto. La primera vez que gané un Grammy fue en el 2004, por el disco “Sin desperdicio” de Johnny Ventura, y el mismo año tuve una mención especial por aporte a las Artes y la Ciencia de la Grabación.
¿Qué espacio le dará en casa?
En unas semanas llegará mi premio Grammy, y lo pondré en mi sala junto a los otros. Cuando vivía en Bogotá los tenía en mi estudio de grabación, pero hace dos años decidí volver al Perú. Mi esposa y mis cuatro hijos, también están disfrutando de este gran momento.
¿Tuvo oportunidad de compartir con Tony Succar, otro peruano ganador?
Después de la ceremonia, en la fiesta, pudimos saludarnos. Lo felicité y nos dimos un abrazo, como peruano me siento orgulloso de él. Conocía su trabajo, y estoy contento de sus grandes logros y extraordinaria creativa. Es un músico que hay que escuchar. Los minutos que compartimos fueron tan importantes, y los disfrutamos tanto, que olvidamos sacarnos una foto.
¿Considera que este tipo de premiaciones son una ventana para que se conozca y reconozca lo qué podemos hacer los peruanos?
Claro que sí. La repercusión que tiene esto en las generaciones que vendrán es importante y grande. Por eso es necesario que se entienda la responsabilidad que tenemos todos en el trabajo que hacemos o hemos elegido, sea la música, docencia, o política. Es urgente que seamos consciente de ello.
Usted continúa el legado de una generación importante de músicos…
El norte del Perú en general es muy musical y yo crecí rodeado de músicos: mi tío abuelo, Isidoro Purizaga (maestro de Oscar Avilés), mi primo Pocho Purizaga -pionero del jazz en el Perú- y mi papá Alejandro Purizaga era clarinetista, por solo mencionar una parte de los músicos de la familia que en realidad ha sido muy grande.