Melvyn Arce Ruiz

(Reporte exclusivo desde Medellín, Colombia)

Es viernes y en la casa de hay mucha actividad. Un grupo de ‘influencers’ de bienestar ha llegado muy temprano para una sesión de yoga con Karen Martínez, la esposa del cantante, y después del ejercicio se alistan para ver en exclusiva dos videos que el colombiano todavía no ha estrenado: “Cecilia” y “Mayo”. El plan es el siguiente: hasta el miércoles, Juanes abrirá las puertas de su hogar a personas clave en las actividades que forman parte de su día a día y que describen el concepto detrás de “Vida cotidiana”, un nuevo disco que para él trata sobre relaciones humanas y “todo lo que conlleva estar vivo”.

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El artista recibirá a talentos emergentes de la escena antioqueña para contarles cómo se sobrevive a la dureza de la industria musical, pero también montará bicicleta con algunos pesos pesados del ciclismo de su país por la vía Don Diego, en Llanogrande, un exclusivo sector en Medellín en donde tienen residencia conocidos nombres de la música colombiana: Maluma, J Balvin, Karol G y, por supuesto, Juanes, a quien es usual ver a las 5 a.m. empezando su día con una ‘rodada’ por las montañas llenas de verde que hacen tan agradable el vecindario.

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Medellín es mi ciudad, es el lugar en el que nací en el año 1972 y es un lugar mágico para mí, especialmente aquí en mi casa”, es lo primero que nos dice el artista cuando le preguntamos sobre la inusual decisión de hacer la promoción entera del lanzamiento de su álbum en un lugar tan íntimo. Pero Juanes resalta que sus canciones en esta etapa también son así: hablan mucho de su vida personal y los sonidos provienen de aquellos ritmos con los que decidió hacerse artista; el rock y la música popular.

Juanes, sonriente, en su casa durante una de las actividades promocionales de "Vida cotidiana". (Foto: Grupo Trébol Comunicaciones)
Juanes, sonriente, en su casa durante una de las actividades promocionales de "Vida cotidiana". (Foto: Grupo Trébol Comunicaciones)

—Vienes de “Origen”, un disco en el que mostraste lo variadas que son tus influencias. Pero siento que “Vida cotidiana” es un homenaje a una parte esencial en tu ADN, que es el rock.

Creo que he regresado hacía todos los orígenes de mi música. La música popular fue mi primer acercamiento. Yo aprendí a tocar guitarra escuchando música latinoamericana. Mi papá tocaba tangos y mis hermanos los cantaban también. Escuchaba a Los Visconti y Los Chalchaleros, también boleros, rancheras, vallenatos y cumbias. Todo eso sonaba en mi casa. Pero luego me volví loco con el rock y con el metal. Eso transformó mi vida para siempre. En este disco regresó a ese lugar al que siento que pertenezco, que es un lugar particular porque en él caben la música popular, pero también el rock. Allí, a la mitad de ellos, creo que está un poco mi camino.

—Son sonidos que dialogan muy bien.

Yo no hablo muy bien el inglés pero puedo tocar la guitarra en inglés, porque crecí con eso. Es muy curioso porque mis canciones no suenan a Metallica para nada, pero he escuchado tanto a Metallica que la técnica con la que toco la guitarra, el ‘down picking’ de la púa con las cuerdas, me da un sonido particular que viene de haber tocado metal muchos años. A veces la gente me pregunta cómo es que escuchas Metallica después de una cumbia, pero a mí me gustan ambas partes. No sé cómo explicarte. Quiero bailar, sentir esta mezcla indígena y africana con la parte más anglosajona.

En "Vida cotidiana" Juanes se divierte con el rock en sus diferentes formas: indie, progresivo y más pop. (Foto: Daniela Betancur)
En "Vida cotidiana" Juanes se divierte con el rock en sus diferentes formas: indie, progresivo y más pop. (Foto: Daniela Betancur)

—En la parte lírica, este disco es una fotografía de tu vida familiar. Como padre, estás en el proceso de ver a tus hijos hacerse adultos y eso implica también cierto distanciamiento. En la canción que da nombre al disco cantas: “He perdido los valores en mi forma de adorarte, pero quiero confesarte que maldigo mis errores. Mira que tú le pones los colores a mi vida cotidiana y no aguanto otra semana sin hallarme en tu mirar”. ¿Qué momento inspiró esa letra tan dura?

Una situación con Luna, mi hija mayor, que en ese momento era adolescente, tenía 17 años y estaba en ese proceso de despegarse, de pasar de ser la niña a ser la mujer. Ese momento para mí era inconcebible. No podía entender que estaba pasando. Aun sabiendo que yo viví lo mismo cuando tenía su edad, me enfrasqué y se me hacía muy difícil de entender. Eso produjo muchos conflictos y discusiones, generó diferencias incluso con mi esposa. Todo eso me generó tristeza. Llegué a un punto en el que yo era invisible para mi hija. Yo todo el tiempo le decía: ‘Tienes que hacer esto y lo otro’ y ella empezaba a sentir que yo siempre estaba regañándola. Cuando logré caer en cuenta de lo que nos había pasado pude escribir esas palabras. Ese sentimiento viene de un amor inmenso. Como papá, uno también se equivoca, pero es por el amor que uno tiene que a veces no comprendemos las libertades que los hijos necesitan. Hay un balance entre la disciplina y la moral pero también en su libertad.

—¿Eres un papá muy estricto?

Cero. En nuestra casa hemos sido flexibles, dejamos que ellos sean. Obviamente tratamos de inculcar los valores que hemos aprendido con nuestros papás. Pero hoy en día, en esta sociedad tan compleja, no solo uno educa, también las redes sociales y la calle. Han pasado los años y hoy Luna tiene 19, es una mujer madura y es muy chévere sentarme con ella a hablar de esto, mostrarle la canción y sentir que somos los mejores amigos.

"Como papá, uno también se equivoca, pero es por el amor que uno tiene que a veces no comprendemos las libertades que los hijos necesitan."

Juanes

—Este disco, además de lo musical, es parte de tu historia personal porque en los videos incluyes a tu familia. Y en “Veneno”, Dante, tu hijo más pequeño, debuta como actor. ¿Cómo nació la idea de incluirlo?

Habíamos pensado que el video fuera sobre una pelea de boxeo entre un gigante y un niño más pequeño, y que ese niño representara mi niño interior y esa lucha mía personal contra mis demonios y también contra la gente tóxica. Y Dante desde muy chico, desde que tenía 7 años, está metido en el karate. Después hizo jiu jitsu y lucha libre. ¡Es un boxeador, pues! A veces me dice: “Papá, ¿y si yo quiero boxear?’ Y yo le digo: ‘A ver, espérate...”. Pero él ama eso. Así fue que lo invitamos, le preguntamos si quería hacerlo. Aceptó, vino aquí a Medellín y grabamos. Lo hizo increíble, es un actor natural. Fue muy emocionante trabajar con mi hijo, que me representaba un poco de alguna manera.

—¿Cuánto del adolescente que fuiste ves en Dante?

Yo veo a mis hijos mucho más maduros que yo, son como un ‘update’ de mí, de mi alma, de mi esposa. Personajes mucho más evolucionados, al 100%. Y no solamente a ellos, sino los chicos de esta generación.

—En tu Instagram compartiste en el que Dante te confiesa que no es muy fan de Metallica. Me queda claro que tú no influyes en sus gustos musicales, ¿ellos influyen ahora en los tuyos?

Yo influía al principio cuando estaban más chiquitos, de allí perdí el control absoluto (risas). Ellos escuchan mucho reggaetón, trap, hip hop y bachata. Les gusta mucho la música latina en general. Ellos influyen en mí porque yo siempre estoy escuchando lo que ellos escuchan porque están en la casa todo el día poniendo música todos los domingos. A veces les pregunto qué están escuchando, les digo que me gusta, que está muy cool. Me agrada que encuentren su camino. Yo ya puse la semillita de Queen, de los Rolling Stones, de los Beatles y Metallica hasta el cansancio. En algún momento ellos volverán a encontrar el sabor por eso.

—Karen, tu esposa, también es parte importante del disco. Le dedicas dos temas que sé que escribiste en pandemia y que muestran diferentes momentos de tu relación. En “Gris” hablas de una crisis que vivieron en pandemia y creo que mucha gente se puede identificar con eso porque fue un periodo que marcó las relaciones de muchas personas, ¿cómo les afectó a ustedes?

Fue muy extraño. Por un lado, (la pandemia) me dio un tiempo (libre) que yo no tenía y sentí un alivio de poder estar en la casa con mi familia, porque mi vida normal es viajar. Yo no tenía tiempo de sentarme en la casa y, de repente, empecé a ver los muebles y a moverlos y arreglar los cuadros... Nunca había vivido tanto tiempo en la casa, fue chévere compartir pero también fue difícil convivir. En las relaciones hay puntos de desencuentro. Con mi esposa, en ese contexto, teníamos diferencias a veces por nuestra forma de pensar, por la forma de educar a nuestros hijos y eso nos llevó a un punto de monotonía, de pelea constante en el que pensamos que quizás era el final. Esa sensación era demasiado triste. Yo me siento muy agradecido de tener la música para expresar todos esos sentimientos, porque de alguna forma a través de la guitarra y del canto hay un filtro, y para mí es como si todo pasara por ese filtro, lo feo y lo bonito, y todo termina siendo una canción. Es como una terapia. Y “Gris” es un reflejo de ese momento crítico. “Cecilia”, que es el otro tema, es el momento de la reconciliación, de darnos una oportunidad de estar juntos.

—Sacando cuentas, tus hijas Luna y Paloma nacieron más o menos en la época de “Mi sangre”, que fue ese disco que te convirtió en un fenómeno global y que yo imagino que, si normalmente no estás en tu casa, en esa época estabas muy distante de tu familia. ¿Sentiste que sacrificaste la niñez de tus hijos por tu carrera?

Claro que sí. Los primeros 10 años de mi carrera, del 2000 al 2010, no paré de trabajar nunca. En esos 10 años nacieron Luna, en el tiempo del disco “Un día normal”, y luego Paloma más por la salida de “Mi sangre”. Dante nació en el 2009. Yo creo que a pesar de que estaba trabajando y me sentía muy realizado en lo laboral, a medida que pasaban los años en lo personal iba decayendo muchísimo. Hasta el punto en que llegué al 2010 y dije no puedo más, necesito parar en este momento porque me voy a destruir. Creo que fue esa sensación de perderme mucho tiempo con ellos, de no estar tan cerca de mis hijos como hubiera querido. Pero allí fue. Es como si fueras a una carrera de Fórmula 1 y no fueras a los ‘pits’. En algún momento se te va a acabar la gasolina, se te soltarán los frenos o se te reventarán las llantas. Creo que en ese momento yo no supe tener el valor para decir: “Necesito un descanso”. Llegué al final tostado, quemado, no quería ni saber de mi música no quería escucharme, me odiaba. Era una cosa muy loca. Imagínate lo que yo podía sentir, la tristeza mía tan profunda de decir no entiendo por qué estoy odiando lo que más amo que es estar en un escenario tocando. Y estamos hablando del año 2009, cuando uno no escuchaba hablar de salud mental.

—Necesitabas un descanso.

Necesitaba un poco de descanso, nada más. Allí empecé a reconstruirme. Desde ese momento, hace 12 años, empecé a reconstruir mi vida primero. Necesitaba un lugar de estabilidad en el que yo pudiera decir: ‘Amo la música, quiero estar en la música, pero también quiero estar con mi familia’. Esa ha sido una construcción muy hermosa. Yo me siento demasiado feliz por lo que me ha tocado vivir, no me arrepiento de ninguna decisión, porque a pesar de que han habido momentos difíciles, yo me siento ahora en una plenitud absoluta. Hago la música que a mí me gusta más allá de los ‘likes’, de los ‘views’, de la fama y la popularidad, hago la música que me sale del alma y poder decirlo me da mucha tranquilidad. Sumarle a eso que tengo la mejor relación con mi esposa y mis hijos, que vivimos juntos y que en este momento hasta podemos trabajar juntos, es un momento muy gratificante para mí.

Juanes y la cumbia peruana
Sonido tropical

En esta entrevista, como puedes ver en el video que acompaña esta nota, también hablamos con Juanes de la influencia de la cumbia en su música. Sobre la cumbia peruana, el artista confesó que le suele pasar que escucho alguna canción, "algún riff en la guitarra muy popular" y se da cuenta que es peruano.


"No solo con la cumbia peruana, también el punk peruano y cómo influyeron incluso mucho antes que Colombia o México. Eso me gusta mucho, porque hay una psicodelia en ese sonido, incluso de la cumbia peruana que me gusta bastante", relató el artista que confesó que entre sus planes está, además de hacer un disco solo de metal, hacer uno de cumbia.


"La cumbia siento que es una de las grandes riquezas de Latinoamérica (...) Cada vez se hace más popular, la gente joven está entendiendo lo importante que es (...) Creo que la cumbia tiene un papel y viene fuertísimo. Creo que está pasando y va a crecer más", explicó el artista a quien le entregamos de regalo un box set de 10 vinilos en 45 RPM que editó el famoso sello peruano Infopesa en 2022 con emblemáticas cumbias peruanas como "La danza de Los Mirlos".

Sonido tropical

- En todos tus discos siempre haces un ejercicio de memoria del drama que ha vivido tu país y en especial tu ciudad. Este disco no es la excepción y encontramos un tema como “Canción desaparecida”. Ahora que hay un cambio de la visión de Medellín, mucho de ello a través de la música, principalmente del reggaetón, ¿cómo ves tú esa nueva percepción de tu ciudad?

Sinceramente, me gusta demasiado. Medellín ha tenido una transformación increíble, brutal. Lo que está pasando aquí con la música, el reggaetón, los productores, intérpretes y compositores es alucinante. Pero no solamente eso que es el ‘mainstream’. Lo que pasa aquí con la moda, por ejemplo, es una locura. La arquitectura, la literatura, la poesía... los directores nuevos son gente súper joven haciendo cosas increíbles. La ciudad está vibrando en el campo creativo como nunca antes. Nosotros vivimos una época muy oscura, desafortunadamente fue una época que sigue estigmatizando un poco a Medellín y a Colombia en el mundo, pero la gente que viene aquí se da cuenta que es una locura y una maravilla. Hoy en día caminar en Medellín es muy loco porque pasas por las mesas de un restaurante y la mayoría son extranjeros, nunca habíamos vivido eso aquí. Mucha gente pasa por Medellín y Colombia entendiendo que es un país de contraste. Obviamente hay belleza, pero también dificultades, pero me alegra mucho que cambie la percepción de esta ciudad.

Redes sociales
Momento viral

En entrevista con "El Comercio", Juanes también contó que en las varias ocasiones que ha visitado el Perú ha descubierto que su nombre artístico es un plato de comida típico de la selva y tomó con humor el video que se hizo viral de su show en Lima con Fonseca en el que un fan sacó un juane durante una de sus canciones.

Momento viral

- Desde el comienzo de tu carrera tú también defendiste cantar en tu idioma con esa frase famosa de “Se habla español”. ¿Sientes que el tiempo te ha dado la razón? Ahora queda claro que no es necesario cantar en inglés para ser un fenómeno mundial.

Sí, definitivamente. Sobre todo porque cuando cantas en otro idioma, el solo ejercicio de los músculos de la lengua y de la pronunciación, te corta el sentimiento. Estás pensando cada tanto en cómo se pronuncian las palabras que no estás pensando en lo que estás diciendo. Obviamente, hay gente que lo ha hecho muy bien y les ha ido muy bien, pero en mi caso yo me siento muy tranquilo y hoy ni pensar en eso. Al contrario, hoy cantar en español está bien.

Además…
Nuevo álbum

"Vida cotidiana", el nuevo disco de Juanes, se estrenó este 19 de mayo en todas las plataformas digitales. El álbum también incluye "Cecilia", un tema en homenaje a su esposa Karen en el que el colombiano canta a dúo con Juan Luis Guerra.

Nuevo álbum

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