En 1986, en plena explosión del rock en español en América Latina, detonado desde Argentina por Charly García y Soda Stereo, surgió en Lima el grupo Arena Hash, que hizo historia para ese género musical en Perú.
Pedro Suárez-Vértiz era el vocalista y guitarrista, su hermano Patricio el bajista, Arturo Pomar el baterista y Christian Meier hoy famoso actor de telenovelas y cine el tecladista.
En 1987 grabaron su primer álbum y el éxito fue vertiginoso: su segundo sencillo, Cuando la cama me da vueltas, ocupó los primeros lugares en las listas de varias radioemisoras limeñas, algo sin precedentes porque siempre eran canciones de solistas o grupos extranjeros.
El grupo se disolvió en 1992 y Pedro dio inicio a una no menos exitosa carrera solista. Se convirtió en el rockero peruano con mayor proyección internacional, viajando constantemente a Estados Unidos y varios países latinoamericanos. Entre 1993 y 2009 grabó seis discos, el último de los cuales fue lanzado en España.
Pero un desorden motor crónico de la familia de las enfermedades neuromusculares que padecía de manera latente hacía años, comenzó a manifestarse de un modo más pronunciado, al punto que en las últimas entrevistas que dio, su vocalización era tan extraña que la gente comentaba que parecía estar drogado.
Sin embargo, no era ninguna sustancia ilegal lo que afectaba la expresión vocal de Suárez-Vértiz, sino el principal síntoma de su enfermedad: la disartria, agravada a causa del estrés que suponía haber cambiado de disquera, porque la piratería acabó con el negocio y se había quedado en un limbo con la anterior.
En 2011, Pedro dejó de dar entrevistas y conciertos. Su carrera como cantante había terminado, justo cuando llegaba la consagración internacional.
Aunque no pueda articularlas verbalmente, no se ha quedado sin palabras. Gracias a sus estudios de Ciencias de la Comunicación y a la popularidad de sus comentarios en Facebook, ha conseguido trabajo como columnista en el diario El Comercio y acaba de publicar su primer libro, Yo, Pedro.
¿QUÉ ES LA DISARTRIA? Como profesional de las comunicaciones, Pedro siempre fue consciente del precio de la fama y de cómo manejar el acoso de algunos reporteros para conseguir titulares sensacionalistas.
Por eso, se cuidó de proteger su privacidad y la de sus hijos y no dar más información de la necesaria sobre la enfermedad que lo aqueja sobre la que escribe en el primer capítulo de su libro autobiográfico y más bien se explaya en el síntoma que más lo afecta: disartria secundaria o síndrome neuromuscular bulbar.
Viliam Furdik, neurólogo y especialista en manejo intervencional del dolor del Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles, explicó a BBC Mundo que la disartria es un síntoma, no es una condición ni una enfermedad; el significado de disartria es dificultad para articular las palabras.
Y aunque disartria no sea un término muy conocido, el síntoma es más común de lo que uno creería. Hay un buen número de causas de la disartria, por ejemplo accidente cerebrovascular, problemas intrínsecos de la laringe, tumores, espasmos de las cuerdas vocales, dice Furdik. Es muy común en enfermedades neurológicas, en gente que ha tenido hemorragias cerebrales, distonías, infartos y esclerosis múltiple.
El propio Suárez-Vértizhttps://elcomercio.pe/tag/457993/yo-pedro publicó en Facebook que no es una infección ni es causado por algun virus ni cuerpo extraño ni nada, es un tema motor atípico basado en una mala transmisión nerviosa a los músculos del habla y no requiere medicamentos ni intervenciones clínicas, sólo se trata con terapias, buena nutrición y el correcto mantenimiento del ánimo.
Además, justifica su negativa a dar entrevistas porque no me gusta salir en tele vocalizando mal, es incómodo y antiestético.
Gladys Guillén, doctora en medicina física y rehabilitación del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas de Perú, le comentó a BBC Mundo que hay todo un programa de rehabilitación, evaluamos a cada paciente exhaustivamente que viene con un diagnóstico neurológico, lingüístico y del habla.
Pedro, quien ya tiene 44 años, explica en su libro que le preguntó a un neurólogo que lo examinó si se iba a morir. Le respondió no sé de qué morirás algún día y le recomendó seguir su vida con total normalidad y acudir religiosamente a las citas con sus terapistas fonoaudiólogos y respiratorios.
La doctora Guillén especificó que la disartria propiamente no (causa la muerte), en todo caso sería la disfagia (dificultad para ingerir los alimentos, ya que involucra la parálisis de la zona de la lengua) o algunas alteraciones que puedan comprometer órganos vitales, si hay lesiones neurológicas que comprometen su funcionamiento.
¿Hay recuperación? Según el doctor Furdik, generalmente no, generalmente es la consecuencia de alguna enfermedad degenerativa del sistema nervioso que llega a ese extremo. Si es algo degenerativo, como el Alzheimer, es poco lo que se puede hacer.
¿ADIÓS A LA MÚSICA? Entretanto, la pregunta es ¿qué pasará con Pedro, el otrora rockero número uno de Perú? Aparte de su nueva labor periodística y su libro, él asegura que tiene un nuevo disco listo. De hecho ya lo tenía antes de que se acentuara su disartria. Sólo hace falta que se decida a lanzarlo.
Y a seguir tocando guitarra y piano y escribiendo canciones, aunque no las pueda cantar.
Tampoco está desamparado. La Apdayc (Asociación Peruana de Autores y Compositores) lo ayuda con el pago de sus regalías como autor de sus canciones.
Además la asociación está preparando un gran concierto en homenaje a Pedro y una pensión de gracia para el músico.